27 diciembre 2010

Felipe Calderón arriba a Acapulco para vacacionar | Periódico Zócalo

México.- Alrededor del mediodía, dos helicópteros de la Fuerza Aérea llegaron a la octava zona naval donde se hospeda el Presidente.

Como cada fin de año, el presidente Felipe Calderón arribó al puerto de Acapulco en compañía de su familia para vacacionar unos días en este destino de playa.

Alrededor del medio día, dos helicópteros de la Fuerza Aérea llegaron a la octava zona naval donde se hospeda el Presidente.

En los alrededores de la base naval, elementos de la Marina y el Ejército Mexicano resguardan la zona para evitar algún percance.

Los dos helicópteros que arribaron a la base naval se trasladaron a Pie de la Cuesta donde permanecerán hasta nuevo aviso.

El presidente Felipe Calderón acompañado de su esposa y sus hijos arriban a este destino de playa para descansar en temporadas vacacionales y este año no fue la excepción.

Durante la celebración de Fin de Año, a lo largo de la bahía de Acapulco habrá un espectáculo de fuegos pirotécnico que tendrá una duración de 10 minutos.

Localizan a dos personas destazadas frente a bar Secret's en Acapulco


Acapulco, Gro. Los cuerpos destazados de dos personas fueron dejados esta mañana a las puertas del bar Secrets, ubicado en la zona suburbana del puerto, cuya fachada fue rafagueada con armas de alto poder.
Junto a los cadáveres, aún sin identificar, fueron halladas cartulinas con el mensaje: "Soy el gato y el gases y esto nos pasó por matar al tiendero del sector 6 y al 'bichis' en el Secret. atentamente el metro".
Se trata del mismo bar donde hace aproximadamente 15 días fueron levantadas 12 personas que se encontraban conviviendo, dos de las cuales aparecieron ejecutadas horas después.
Las dos víctimas de hoy fueron destazadas, en 25 pedazos cada una, sus cabezas desolladas y en las manos tenían los testículos.
Además, con sus vísceras fue escrita la palabra "metro".

Acusan a militares de matar a estadounidense - El Universal

Joseph Proctor dijo a su novia que saldría un momento a una tienda en un apacible poblado playero del sur de México al que se había mudado recién la pareja para comenzar una nueva vida.

A la mañana siguiente, el neoyorquino de 32 años estaba muerto dentro de una camioneta que se había estrellado en una carretera a las afueras de Acapulco. El cuerpo de Proctor presentaba múltiples impactos de bala. Tenía un fusil AR en las manos.

Conmocionada, su novia Liliana Gil Vargas fue citada a comparecer ante la Policía. Las autoridades le dijeron que Proctor había muerto en un enfrentamiento a tiros con una patrulla del ejército. Afirmaron que Proctor había atacado a los soldados desde su camioneta verde, la cual llevaba pintado en los cristales un letrero que la ofrecía en venta.

Incluso la Policía mostró a la mujer el arma que supuestamente portaba Proctor.

La madre del estadounidense, Donna Proctor, está destrozada pero se mantiene suspicaz.Desde entonces ha librado una batalla en el hermético sistema de justicia militar de México para saber qué ocurrió exactamente en aquella noche del 22 de agosto.

Hicieron falta semanas de presiones a los diplomáticos y legisladores estadounidenses para que la madre del occiso recibiera ayuda, pero finalmente obtuvo una respuesta y la compartió con The Associated Press.

Tres soldados están acusados de matar a su hijo. Dos enfrentan cargos de colocar el fusil de asalto en sus manos y de afirmar falsamente que él había disparado primero, de acuerdo con un documento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México, enviado a la mujer mediante la embajada estadounidense en la capital mexicana.

Se trata al menos del tercer caso en el año en que los soldados mexicanos, quienes libran una sangrienta batalla con los cárteles del narcotráfico, son acusados de matar a civiles inocentes y de manipular las evidencias para encubrirse.

Escándalos semejantes están intensificando las exigencias para que sean investigadores civiles quienes se encarguen de casos que son manejados casi exclusivamente por fiscales y jueces castrenses. Los críticos consideran que los tribunales militares tendrían razones para no declarar culpables a miembros de las fuerzas armadas.

''Me repugna el hecho de que él haya muerto solo, con mucho dolor y en una forma injusta'', dijo Donna Proctor, una funcionaria judicial en Queens, durante una entrevista telefónica con The Associated Press. ''Quiero que a él se le recuerde como a una persona trabajadora. Nunca hubiera tomado un arma para dispararle a alguien''.

El presidente Felipe Calderón ha propuesto una iniciativa que ordenaría investigaciones civiles en todos los casos de tortura, desaparición y violación en los que estén presuntamente involucrados militares, pero otros abusos, incluidos homicidios cometidos por soldados en sus funciones, seguirían bajo la jurisdicción militar.

Ello incluiría el caso de Proctor y otros registrados este año, en que los soldados fueron acusados de usar tácticas de encubrimiento incluso más elaboradas.

El primero de esos casos involucró a dos estudiantes universitarios muertos en marzo durante un enfrentamiento entre soldados y presuntos narcotraficantes. El tiroteo se extendió hasta el campus de una de las universidades más prestigiosas, en la ciudad norteña de Monterrey.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) señaló que los soldados destruyeron cámaras de vigilancia, colocaron armas junto a los dos jóvenes y ocultaron sus mochilas, en un intento por afirmar que eran pandilleros. Los militares admitieron que los dos jóvenes fallecidos eran estudiantes, después de que intervino el rector de la adinerada universidad.

En ese caso, los militares y fiscales federales civiles realizan una investigación conjunta sobre las muertes, pero los militares están a cargo de la pesquisa sobre la presunta alteración de la escena del crimen.

En el segundo caso, dos hermanos, de 5 y 9 años, fueron muertos en abril dentro del automóvil de su familia en el estado nororiental de Tamaulipas. La comisión de derechos humanos informó en un reporte que no hubo un enfrentamiento y que los soldados hicieron disparos adicionales al vehículo, además de colocar dos autos más en la escena, para que todo se asemejara a un caso de fuego cruzado.

La Sedena ha insistido en su versión del tiroteo y niega que se haya tratado de encubrir a los militares.

La CNDH, un organismo público autónomo, ha recibido más de 4.000 quejas de abusos, incluyendo tortura, violación, asesinatos y desapariciones forzadas, desde que Calderón ordenó el emplazamiento de decenas de miles de soldados, en diciembre de 2006, para combatir a los cárteles en sus bastiones.

En 69 de esos casos, la CNDH ha recomendado acciones y la Sedena informa que investiga 67.
La familia de Proctor no entiende todavía por qué murió.

Donna Proctor dijo que su hijo odiaba tanto las armas que rechazó su sugerencia de seguir sus pasos profesionales y ser funcionario judicial, un puesto que requiere portar una pistola.

En vez de ello, comenzó a trabajar en la construcción y abrió después su propio negocio en Atlanta. El año pasado se mudó al estado central mexicano de Puebla con su esposa, nacida en México, y con su hijo pequeño, Giuseppe. Se divorció y su esposa regresó a Georgia.

Proctor permaneció en México con su hijo. Luego, se enamoró de Liliana Gil Vargas, mesera y madre de cuatro niños. Tras unas vacaciones en Barra de Coyuca, un poblado costero a las afueras de Acapulco, la pareja decidió mudarse ahí. El ciudadano estadounidense ahorraba para abrir un restaurante.

De acuerdo con el documento enviado a su madre, los soldados trataron de detenerlo para inspeccionar su vehículo. Afirman que huyó, lo que llevó a que uno de los militares abrieran fuego.
Los soldados persiguieron el vehículo y dispararon de nuevo, hiriendo al conductor, quien huyó y se estrelló tres kilómetros más adelante, según el reporte.

''El tenía 32 años y amaba la vida'', dijo Donna Proctor. ''Amaba a su hijo y quería trabajar duro para darle una buena vida''.

21 diciembre 2010

Denuncian incumplimiento de obras en Acapulco - El Universal

Al menos tres obras proyectadas para estar concluidas el 20 de este mes y que realiza la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), no fueron entregadas y permanecen inconclusas, por lo que el alcalde de Acapulco, José Luis Ávila Sánchez, no descartó realizar un plantón en las oficinas centrales de la dependencia federal.

Entrevistado luego de recorrer algunos puntos de las playas de Acapulco donde dio la bienvenida a los turistas, el presidente municipal de Acapulco, dijo que por segunda ocasión la dependencia federal atrasó la conclusión de las obras viales en este puerto, por lo que el ultimátum de entrega sería "de inmediato".

"La verdad es que incumplieron y le fallaron a los acapulqueños, siguen siendo señalados por que de manera irresponsable dieron fechas y no han incumplido, en algunos casos por segunda ocasión (...) vamos a cumplir con lo que dije con un plantón, no se trata de andar peleando y pedir la destitución del delegado de SCT" comentó.

Las obras que no han sido entregadas son la ampliación a cuatro carriles de la carretera Mozimba-Pie de la Cuesta, la cual según la SCT iba a estar terminada en una segunda etapa para finales de 2010; la pavimentación de Cayaco- las Cruces que se pactó para el 30 de noviembre y no se concretó; y por último el distribuidor vial de Cayaco programado para el 21 de este mes y no se terminó.

Estás obras han ocasionado caos vehicular y malestar entre la ciudadanía debido a que algunas como es el caso del tramo Mozimba-Pie de la Cuesta lleva más de tres años.

"Como es un asunto que no podemos demandarle porque no hay un convenio entre nosotros y la dependencia, pues tendremos que irles a hacer un plantón en las oficinas centrales (...) vamos a realizar un recorrido de supervisión por las obras para detallar en qué condiciones se encuentran y así poder juzgar" añadió.

Reiteró que el ultimátum es que terminen "de inmediato" porque los Acapulqueños no pueden estar sufriendo las consecuencias, adelantó que en el recorrido tomarán nota de qué es lo que falta por terminar en esas obras a cargo de la SCT y posteriormente volver a exigir su cumplimiento para que queden listas para 2011.

Sobre el plantón que podrían realizar en la ciudad de México en las oficinas centrales de la SCT, el edil de Acapulco no detalló ni fijó fecha para realizarlo, no obstante dejó entrever, de que si no continúan los trabajos a concluir en el primer mes de Enero concretarán la movilización.

Acapulco: La joya perdida - Proceso - 2010

ACAPULCO, GRO.- La violenta disputa de la plaza por parte de grupos del crimen organizado cambió el rostro de esta ciudad: su tradicional vida nocturna cedió el paso a las calles vacías; sus habitantes atraviesan episodios de psicosis colectiva y ya se ha generalizado la extorsión a negocios con el conocido pago del “derecho de piso”.

Entrevistado por Proceso el miércoles 15, el presidente municipal interino de Acapulco, José Luis Ávila, atribuye los crímenes a “rencillas entre grupos”; de las víctimas dice que “en 99% de los casos son gente desconocida” que no está vinculada al sector turístico, del que, puntualiza, “depende 75% de los ingresos estatales”.

Desde diciembre de 2009, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, tres grupos se pelean por el puerto y las zonas que lo rodean y que abarcan prácticamente toda la bahía de Acapulco, alguna vez considerada la joya del Pacífico mexicano.

Uno es el de Héctor Beltrán Leyva, El H, cabeza del cártel del Pacífico Sur; otro lo forman los restos del de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie –detenido el 30 de agosto– cuyo sucesor y suegro Carlos Montemayor, El Charro, El Compadre o El Norteño, fue capturado el 24 de noviembre; el tercero es una escisión de este último que se hace llamar “cártel independiente de Acapulco”, integrado por operadores y sicarios guerrerenses.

Este es un adelanto del número 1781 de la revista Proceso, ya en circulación.

Persecución causa pánico en Acapulco - Yahoo! México Noticias

ACAPULCO, Gro., diciembre 20 (EL UNIVERSAL).- Una persecución entre elementos del Ejército Mexicano y presuntos delincuentes por la calle La Quebrada, atrás del zócalo de la ciudad y en la zona turística del puerto, dejó el saldo de una persona herida, la cual fue arrollada.

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Los hechos se registraron alrededor de las 19:45 horas cuando sujetos armados que iban a bordo de una camioneta roja, al parecer modelo Expedition, huían de los militares que se encontraron por la calle Morelos a una cuadra de la Costera Miguel Alemán, donde presuntamente dispararon contra los soldados.

Los delincuentes se metieron en sentido contrario por la calle La Quebrada y durante su huída atrás de la Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad, arroyaron a un joven de nombre Luis Roberto Velazco, quien iba a bordo de su motoneta.

La motoneta quedó totalmente destrozada por el impacto y el joven resulto con golpes en las rodillas, espalda y cintura.

Los militares, a bordo de tres vehículos Hummer, también persiguieron en sentido contrario por la calle La Quebrada e Independencia a los sujetos, aunque lograron huir.

Durante la persecución, los militares detuvieron por unos minutos a un jetta negro sin placa, donde revisaron cajuela así como el interior de la unidad al igual que el conductor y tres personas más que iban a bordo.

La movilización de militares provocó pánico entre los ciudadanos que salían de la Iglesia, algunos se refugiaron en su interior y otros corrieron hacía el zócalo porteño.

Los vendedores de frituras que se encontraban a la orilla de la calle dejaron abandonados sus puestos y corrieron a esconderse a la iglesia y calles aledañas de las escuelas primarias que se encuentran en el área.

Al lugar llegaron policías del estado y preventivos pero sólo a preguntar qué había ocurrido, sin embargo, no proporcionaron ayuda al joven que fue arrollado con su moto por los delincuentes durante la persecución.

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