Marchan más de dos mil a favor de la vida

De forma silenciosa, más de dos mil personas marcharon a favor de la vida por la Costera Miguel Alemán en el puerto de Acapulco. La manifestación pacífica en contra del aborto dio inicio en el asta bandera del parque Papagayo, donde se congregaron principalmente fieles católicos.
Durante el trayecto de la marcha convocada por el Consejo Interreligioso Guerrerense, las muestras de apoyo y rechazo por parte de peatones y conductores, se enfrentaban con mantas que rezaban: "Una mujer embarazada necesita apoyo no un aborto", "el Estado tiene el deber de proteger a la familia", "yo digo sí a la vida".
Algunas imágenes, más crudas, mostraban a fetos antes y después de un aborto, portadas por niños que al igual que los miles de manifestantes, a ratos enfrentaron agresiones físicas por parte de los automovilistas.
En la marcha participó la delegada nacional de la corriente Nueva Izquierda del Partido de la Revolución Democrática, Gloria Villa Pérez, quien dijo apoyar la lucha a favor de la vida “sobretodo por este amor y ese cariño que se le da a este ser es lo mas hermoso”.
La representante perredista, dijo que a través de la marcha por la vida “estamos pidiendo a los señores del Congreso, los legisladores, que tengan un poco de sensibilidad humana para no quitar esa luz a todos los que vana nacer el día de mañana”.
La marcha arribó al zócalo porteño en donde se enfrentó con la indiferencia de un espectáculo de merolicos y payasos, quienes en medio de la oración generalizadas continuaron con el popular escándalo.
En el kiosco improvisado como templete, la dirigente del Grupo de Apoyo a la Mujer,
María Candelaria Sandoval, aseveró: “nos oponemos a cualquier iniciativa o proyecto de ley que contemple despenalización del aborto, eutanasia o ley de convivencia”.
Mientras que Juan Carlos Hernández, presidente del Consejo de Laicos de Acapulco, dijo que la tesis que busca aprobar el aborto como una decisión de la mujer, “es una tesis amañada…los legisladores guerrerenses nos representan a nosotros y hemos acordado decirles no a favor del aborto”.
Al elevar una oración al cielo, el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, pidió pro la protección de la familia como célula básica de la sociedad, “si acabamos con la familia acabamos con la sociedad, no permitas que esto que creaste se deforme ahora queriendo crear seudofamilias con personas del mismo genero”.
En la plaza pública pidió librar a las mujeres guerrerenses de manipulación, lo que rebaje su dignidad como mujer. “El quinto mandamiento que nos has dado es no matarás y en Guerrero se mata en nombre del narcotráfico”.
“Desgraciadamente en nombre de la ley se penaliza el homicidio, se penaliza el tráfico de aquellos animales marinos como los huevos de tortuga, pero señor ¿cómo será posible que se deje de penalizar a los que asesinan la vida de un ser humano? Lo más triste señor es que en Guerrero se pudiera matar a un ser humano en nombre de la ley”.

Llama arzobispo de Acapulco a periodistas a no tener miedo

- "Se ha cegado una vida pero no una voz", señala sobre el homicidio
del corresponsal de Televisa

El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, aseguró que con el
asesinato de Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa, "se ha
cegado una vida pero no una voz", y llamó a los periodistas a no tener
miedo.
Monseñor Aguirre Franco ofició una misa de cuerpo presente en la
funeraria en donde fue velado Ramírez Dillanes y en entrevista invitó
a todos los periodistas a que sigan el camino de la fidelidad hacia la
verdad.
"No tengan miedo, porque la verdad no está encadenada; pero al
mismo tiempo decirles que, con todas las precauciones del caso, sepan
que estamos viviendo tiempos difíciles y que encontrarán peligros,
pero no tengan miedo; ser un periodista que comunique la verdad, como
Amado Ramírez, es un periodista que no pierde la libertad nunca, y su
mensaje quedará para siempre", aseveró.
"Creemos que se ha cegado una vida pero no una voz, se ha matado a
un hermano pero no se ha aniquilado el mensaje que nos seguirá dando
de fidelidad al sagrado ministerio de comunicar la verdad a todos los
demás", dijo el arzobispo de Acapulco.
Pidió por una conversión de la sociedad "que con culturas de
muerte está produciendo estos monstruos que son capaces de destruir al
hermano todavía en estos tiempos", y se manifestó "sumamente
conmovidos con este crimen".
Calificó el homicidio del corresponsal de Televisa como "un
verdadero fratricidio de una sociedad de hermanos, porque todos
estamos hermanados, tenemos un mismo padre, somos de la misma sangre,
derramada por Cristo precisamente en Viernes Santo".
Al referirse al trabajo periodístico de Ramírez Dillanes señaló
que el periodista sensibilizó en la en la sociedad acapulqueña,
guerrerense y también en la República Mexicana, razón por la que su
asesinato ha consternado a la sociedad.
"Esperamos que el clamor de la sangre siga hablando por la voz
profética de nuestro amigo y muy a
preciado periodista, comentarista y reportero", dijo el jerarca de la
Iglesia Católica en Acapulco.
Aguirre Franco hizo un llamadoa las autoridades para actuar con
prontitud, con diligencia y eficacia, "sobre todo tratándose de un
comunicador social como ha sido Amado Ramírez".

Juan José Belmonte Torres
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