El sacerdote Eduardo Bonín Barceló, doctor en teología Moral y profesor de Ética en la Universidad Pontificia de México, aseguró que la eutanasia puede asimilarse al asesinato desde una posición fanática, sin embargo tomando en cuenta las razones humanitarias detrás del hecho, puede asimilarse más a un homicidio con atenuantes.
Al participar en el Encuentro Estatal de Bioética, el doctor Bonín Barceló aseguró que en muchos países cada vez son menos los niños que nacen y los ancianos se mueren más tarde, problemáticas relacionadas con la eutanasia, tema que dictó en el simposium celebrado en el marco del evento.
Dijo que la eutanasia es la intervención de la medicina para atenuar los dolores de la enfermedad Terminal o agonía e indica el encauzar la muerte por piedad para eliminar radicalmente los últimos sufrimientos o evitar enfermos mentales o incurables, o la prolongación de una vida desdichada.
El teólogo moral señaló que la eutanasia puede ser voluntaria en caso de que sea pedida por el mismo enfermo e involuntaria cuando la decisión es impuesta por otras personas, sean familiares o médicos sin contar con la voluntad del enfermo.
Señaló que el problema en estos dos términos es que a nadie le gusta que se le asimile con Hitler, porque señaló, sería justificar la muerte en los hornos de millones de judíos que eran asesinados porque dejaban de ser útiles.
Bonín Barceló explicó que en la mayoría de los enfermos se dan distintas etapas, siendo una de ellas la depresiva, que es cuando el enfermo pide la muerte, ante lo cual se debe tener mucho cuidado, "quizá lo que pide es no que lo hagan morir, sino amor, cuidados afectivos, que le quiten tubos y que la gente este más cerca".
Cuestionó el hecho de que siendo tan fácil suicidarse, existan más intentos de suicidios que suicidios realizados, a lo que argumentó que la persona no quiere morir, "el hecho de pedir la muerte muchas veces frente a la inhumanidad de las personas, es una forma de decir vengan a ayudarme".
El sacerdote señaló que el único argumento válido contra la eutanasia es que Dios es el dueño de la vida, "pero eso no puedo imponerlo a mis hermanos no creyentes, cuando la Iglesia dice no, no impone una moral católica a los no católicos".
Sin embargo al argumentar la eutanasia señaló que en aquellos países o estados, como Oregon, Estados Unidos, en donde se ha autorizado la eutanasia voluntaria, ha crecido la eutanasia asistida, "Holanda admitió que a niños sufriendo mucho se les pueda practicar la eutanasia con el permiso de los padres".
"Oficialmente se pasó de una eutanasia voluntaria a una involuntaria y eso es una pendiente resbaladiza… si admitimos la eutanasia involuntaria entonces los hornos de Hitler están admitidos también, por eso en Alemania no se quiere hablar de eutanasia", aseveró.
El profesor de ética en la Universidad Pontificia de México aseguró que se trata de ayudar a las personas a bien morir, a respetar sus derechos y que tengan posibilidad de una muerte digna aprovechando los avances de la medicina contra el dolor.
Por tal motivo, hizo un llamado a que antes de practicar la eutanasia se practiquen los cuidados paliativos, ejemplificando con Gran Bretaña, en donde dijo que pese a que está autorizada la eutanasia voluntaria, esta ha disminuido porque hay cuidados paliativos.
"Me parece una indecencia el que sin haber trabajado antes fuertemente u organizadamente toda la estructura de cuidados paliativos, nos pongamos a decir que se despenalice la eutanasia… son aquellos que se proponen eliminar el problema desaparciendo el problema", aseveró el sacerdote.
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Juan José Belmonte Torres