Por Roberto Ramirez Bravo publicado en La Jornada Guerrero
En Acapulco, el acróbata ruso Anton Alferov, quien fue parte del Cirque du Soleil y se había establecido en el puerto desde hace varios años, encontró una muerte no sólo violenta y absurda, sino hasta ahora indescifrable.
Las autoridades han conducido el caso de una manera demasiado hermética, al extremo de que no se conoce ni siquiera el número de una averiguación previa para indagar las causas del fallecimiento, y lo único que se sabe sobre el asunto es lo que a trasmano dan a conocer “fuentes policíacas”.
La historia misma de los hechos es asombrosa: el atleta, de unos 35 años, fue detenido al parecer por policías federales en Costa Azul cuando intentaba allanar un domicilio; luego éstos lo entregaron a municipales, quienes, a su vez, lo pasaron a ministeriales. Otra versión señala sólo a municipales como los que hicieron la detención.
Con golpes contusos en varias partes del cuerpo, Anton habría sido llevado al hospital para ser atendido, pero él no aceptó, y terminó en los separos de la Policía Ministerial, donde “se puso como loco” y arremetió a golpes contra la pared y, como Hulk, arrancó una taza de inodoro del piso y se fue contra los barrotes de los separos, de modo que con sus propios medios, a punta de golpes, se quitó la vida.
Una primera interrogante, en caso de que ésta sea la versión oficial (que, como se ha dicho, no ha sido dada a conocer), es si una persona puede asesinarse a golpes, y si no sería más lógico que, en todo caso, quedara inconsciente antes que morir.
La segunda interrogante es qué podría haber desatado una conducta de este tipo, si quienes conocieron al atleta están convencidos de que no padecía de sus facultades mentales ni tenía comportamientos extraños.
Una tercera duda es, si el hombre estaba en esta actitud, ¿qué hicieron los policías para detenerlo? ¿Lo miraron hasta que se mató solito?
Una más: ¿por qué las autoridades, en vez de tratar el caso como hacen normalmente, es decir proporcionar los datos básicos a los reporteros, en este caso guardaron total hermetismo?
Nadie sabe cuál es el domicilio donde se originó todo, no se conoce el número de averiguación previa que debió integrarse por esta muerte, ni ningún otro documento, como el resultado de la necropsia, ni siquiera una posición pública de las autoridades.
Para agravar el caso, poco después sucedieron otros hechos extraños. La madre del artista se presentó en Acapulco y ¡fue detenida! Una versión indica que, al no poder tener información sobre lo que había pasado con su hijo –ni siquiera sabía que ya estaba muerto– se puso a alterar el orden en un restaurante por la Condesa, por lo que fue detenida.
Estuvo sólo unas horas en la Secretaría de Protección y Vialidad, y luego fue llevada al restaurante Vips de La Gran Plaza, donde se reunió entre las 3 y las 4 de la tarde del martes con personal de la Procuraduría del Turista. Obviamente, no se sabe el contenido de la conversación.
El caso inmediatamente remitió al recuerdo de otro similar, ocurrido durante la administración de Alberto López Rosas como alcalde de Acapulco, cuando policías municipales detuvieron a un trabajador de hotel, y en el interior de los separos lo golpearon hasta matarlo.
Anton Alferov había trabajado en el Cirque du Soleil, de donde salió tras sufrir una lesión, y aproximadamente desde hace unos ocho años vivía en Acapulco. Aquí estableció una escuela de circo para personas de todas las edades, en la playa atrás del Oceanic, denominada Extreme-Cirque, en la que enseñaba gimnasia y acrobacia.
Les cobraba poco a sus alumnos, 50 pesos, y también daba clases gratis para niños en la Unidad Deportiva Acapulco. Nadie que lo haya conocido convalida la versión de que padecía de sus facultades mentales, y nadie se explica qué podría haber desatado la conducta que a trasmano dicen los policías que asumió.
Por el contrario: hay versiones que dicen haberlo visto detenido por policías municipales en las cercanías de la iglesia de Costa Azul, si bien la versión que dio el periódico Novedades Acapulco (el primero en hablar del tema) es que fue detenido en un domicilio en Antón de Alaminos, y todavía hay otra versión de que la detención ocurrió en la Costera.
El asunto permanece en un velo de misterio, y esa opacidad de las autoridades exacerba la sospecha de que hay algo turbio atrás de todo. En redes sociales, la gente expresa sus opiniones abiertamente de que fueron los policías quienes lo mataron a golpes, y ahora dicen que él se mató solo. No se sabe qué le dijeron a la madre del joven fallecido, ni si la convencieron de que fue culpa de su hijo haber muerto, o si la convencieron de que no debe hacer mayores investigaciones.
Si fue lo último, es importante considerar que la señora podría haber aceptado la versión oficial... aquí; pero una vez en su país, convertir la misteriosa muerte de su hijo en un conflicto internacional.
Por lo pronto, las autoridades harían bien en informar de manera oficial su versión de lo que sucedió, en la inteligencia de que el ocultamiento sólo fomenta la sospecha.
Una muerte misteriosa - La Jornada Guerrero