20 agosto 2007

Participará acapulqueño como jurado en el Festival de Cine de Venecia

Con el objetivo de buscar un cine que fomente los valores, Edgar Rubio Hernández, funcionario municipal y catedrático universitario, fue electo por la Asociación Católica Mundial para la Comunicación "Signis", jurado latinoamericano en el Festival Internacional de Venecia.

        En entrevista exclusiva para Notimex, Rubio Hernández, quien es secretario particular del secretario de Finanzas municipal, cuenta que el proceso para ser seleccionado como parte del "jurado ecuménico" tomó un año y se logró a invitación del crítico de cine, Luis García Orso, presidente del Capítulo México "de Signis".

       "Signis" es una asociación de dos organizaciones: la Organización Católica Internacional de Cine y del audiovisual (OCIC) y la Asociación católica internacional para la radio y la televisión (Unda). Su presidente es miembro del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y su Secretario General es asesor de este organismo.

      "Somos jurado del festival, obviamente hay un jurado mediático, central, integrado por directores de cine. En este año el jurado tiene como principal protagonista a Zhang, director chino y entre otros a González Iñárritu de México. El jurado ecuménico es también oficial pero la característica es mirar al cine como una obra de arte o una obra espiritual", explica Rubio Hernández.

       El también catedrático de cinematografía y guionismo en la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID) de Acapulco, señaló que a invitación de SIGNIS envió cu currículo junto con otro grupo de latinoamericanos y resultó electo como representante de Latinoamérica en el jurado ecuménico del festival.

      Pese a que el jurado ecuménico está integrado por críticos de distintas denominaciones religiosas, la finalidad no es representar una religión, sino tener "la concepción del cine como algo que fomenta la espiritualidad del individuo y que podría propiciar un diálogo interreligioso y que son algunos de los valores que se deben tomar en cuenta para elegir a un ganador", explica Rubio Hernández.

       Tanto el jurado central como el ecuménico tienen la obligación de ver todos los filmes participantes y mientras uno declara ganador del León de oro a la mejor película del Festival, el jurado ecuménico también entrega un premio como la cinta que mejor promueve el diálogo interreligioso.

     "'Babel', en el festival de Cannes del 2006, el jurado ecuménico la premió como la que mayor propiciaba el diálogo interreligioso y esa película ganó también un premio al mejor director. Puede ocurrir que haya similitud de criterios, el que vamos a manejar es muy definido: el cine es una expresión artística, surge de una conciencia espiritual del ser humano y permite una liga por Dios", señala Rubio Hernández.

      El interés de Edgar Rubio por el cine nace en la universidad, a partir de donde se ha especializado en el cine de arte, plasmando sus comentarios en  el diario La Jornada Guerrero, en donde tiene una columna de cine.

       Es así como el jurado ecuménico  no sólo presentará una lectura "emocional"de las películas que se exhiban, "sino también a nivel de conceptos y lenguaje cinematográfico"

     Pese a incluso al Festival de Venecia ha llegado la parafernalia hollywoodense, -cuestionada por el crítico acapulqueño- con la presencia de Bradd Pitt o George Clooney, señala que lo que busca el jurado ecuménico es "recuperar el cine para el ser humano y para nuestros sentidos para la mirada profunda que a veces nos proporciona".

     "El grueso de la producción cinematográfica tiene un objetivo claro que es obtener dinero y mientras ese sea el objetivo de las producciones hay un sesgo muy grande en la promoción del ser humano, de la espiritualidad y del arte. Para que una película sea verdaderamente espiritual tendría que valorar este criterio. Es difícil, pero es posible", asegura.

 


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Juan José Belmonte Torres

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