A casi 24 horas de iniciar el rescate de cuatro oficiales de la Fuerza Aérea y la caja negra del avión Antonov AN-32B, los buzos y elementos de la Armada de México continúan en los trabajos previos a la inmersión.
Durante la tarde y noche de ayer, a través de sensores y radares se ubicó la posición de la aeronave, a aproximadamente cien metros de profundidad. El buque "Usumacinta" de la Armada de México lleva a cabo recorridos cortos por la zona del choque.
A bordo del buque, la tarde de ayer habilitaron tres cápsulas hiperbáricas que permitirán que en lapsos de tres horas, los 14 buzos especializados en tareas de rescate profundo, egresados de la escuela Comando Submarino de la Armada de México, pertenecientes a la empresa Reamar Divers, puedan regresar a la presión normal.
De acuerdo al jefe de operaciones de la empresa Seamar Divers México, Aarón Apolo Ramírez González, confirmó que utilizarán tanques con mezclas de helio, oxígeno y nitros, debido a que la aeronave se estima que se ubique a cerca de cien metros de profundidad.
A bordo de la embarcación de 164 metros de eslora, viaja uno de los médicos de la Marina más destacados, Carlos Eduardo Alcalá Guerrero, especialista en Medicina Hiperbárica que atenderá cualquier eventualidad que pudieran tener los buzos. Al cierre de esta edición las operaciones de rescate apenas comienzan.
Hasta el momento, de manera oficial no se ha informado los avances de las operaciones de rescate que podrían concluir en dos o tres días, de acuerdo a la ubicación del aeronave y las tareas de rescate de los cuerpos y la caja negra, que implicará una labor mayor.
El avión Antonov AN-32B cayó al mar frente a los alcantilados del hotel Flamingos, a cinco millas de la Base Aérea de Pie de la Cuesta luego de que fuera asignado desde su base en el Estado de México a este puerto para el apoyo en prácticas de paracaidismo.
Juan José Belmonte Torres
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