A nivel de consulta general, los pacientes con derrame cerebral ocupan la sexta causa de asistencia a revisión, pero a nivel especialidad resulta la tercer causa solo superada por padecimientos como la cefalea y las convulsiones.
Según datos estadísticos de la Coordinación de la Consulta de Especialidades, la población que tiene mayor riesgo de padecer accidentes vasculares cerebrales son los adultos, mayores de 45 años. El riesgo va en aumento conforme avanza la edad, incrementándose los eventos cuando se sufre de hipertensión arterial.
Las personas hipertensas son las principales víctimas de los derrames cerebrales, esto causado por las hemorragias que devienen de la ruptura de arterias cerebrales que no soportan la presión alta, la presión que supera los 150 milímetros de mercurio es indicativo de que se puede sufrir el rompimiento de una arteria.
El Derrame Cerebral ocurre cuando los vasos sanguíneos que conducen oxígeno y nutrientes al cerebro se rompen o se ocluyen por una embolia sanguínea o una trombosis; se priva de oxígeno y las células cerebrales afectadas no pueden funcionar y mueren en minutos a causa de la hipoxia.
Los efectos devastadores del derrame cerebral son generalmente permanentes porque mueren las células cerebrales las cuales no pueden ser reemplazadas por otras, como parálisis de medio cuerpo, trastornos del habla, etc. Los Derrames Cerebrales se dividen en dos grandes grupos: isquémicos (por falta de sangre) o hemorrágicos.
El riesgo de derrame cerebral aumenta cuando el paciente es fumador crónico. Entre mayor cantidad de cigarros sea la que se consuma diariamente aumentan las probabilidades de padecer un derrame.
Un derrame cerebral se puede detectar cuando se presenta entumecimiento de una parte del cuerpo ya sea de brazos, piernas o la mitad de la cara. Muchas veces el paciente no tiene fluidez al hablar o pierde esta habilidad y tarda más de una hora en recuperarla, pro lo cual ante los síntom,as recomiendan acudir al servicio de urgencias.
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Juan José Belmonte Torres