18 julio 2011

La dicha de ser político, es un pequeño lujo, pero… - Vanguardia

Viajes placenteros, comidas de igual tono, seguridad, accesorios de primera y nunca pensar en la despensa del mes, ¿qué más pueden pedir?


Fotos: Vanguardia-El Universal

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MÉXICO, D.F.- Francia, España y Estados Unidos son los destinos frecuentes de Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN. Jorge Emilio González, El niño verde, porta un reloj francés de colección, el codiciado Audemars Piguet, que en su versión más económica cuesta 145 mil pesos. Jesús Zambrano, líder del PRD, utiliza una Mont Blanc, para lo que se ofrezca.

Luis Walton Aburto, de Convergencia, se mueve en un Mercedez Benz blindado por Acapulco. Humberto Moreira, del PRI, solía bautizar obras públicas como Gobernador de Coahuila con los nombres de sus familiares. Alberto Anaya, del PT, confiesa que pese a su austeridad republicana tiene debilidad por los cortes de carne.

Y Jorge Kahwagi, dirigente nacional del Partido Nueva Alianza hasta hace algunos días, vive en una casa que mide 5 mil 500 metros cuadrados, en Bosques de las Lomas.

Ellos son los seis presidentes de los partidos nacionales con registro (y sumamos a Jorge Kahwagi, ex dirigente del Panal, porque representa el estilo de vida de ciertos líderes). Todos afirman que su nivel de vida es gracias a su salario o al dinero que ganan o ganaron durante su paso por empresas privadas.

Los salarios de estos dirigentes oscila entre los 32 y los 75 mil pesos mensuales.

En 2011, el IFE otorgó a los partidos políticos 3 mil 212 millones de pesos como financiamiento público para sus actividades ordinarias permanentes y específicas, lo que alcanzaría para costear seis meses de operación del programa Oportunidades.

Un líder viajero y sofisticado

Gustavo Enrique Madero Muñoz (Chihuahua 16 de diciembre de 1955) es nieto de Evaristo Madero González, hermano menor de Francisco I. Madero, presidente de México luego del triunfo de la Revolución de 1910.

Después del fusilamiento de Francisco I. Madero, en 1913, esta familia se mantuvo exiliada en el extranjero. Una vez que concluyó la Segunda Guerra Mundial regresaron a México. Se olvidaron de la política y se concentraron en construir un emporio en Chihuahua. Entre las empresas de esta familia destacan Grupo Hermanos Madero y Promotora Empresarial del Norte.

Gustavo “desobedeció” a su papá, quien le pidió que se mantuviera alejado de la política. Se afilió al PAN en 1996.

Según la base de datos de la Bolsa Mexicana de Valores, Madero fue miembro independiente del Consejo de Administración de la empresa Vitro durante 10 años. Dejó el cargo en 2008, cuando llevaba dos años como senador. De acuerdo con información de la BMV, algunas empresas pagan hasta 15 mil dólares por sesión a sus asesores externos.

Habitualmente usa traje Hugo Boss y relojes de marca, aunque dice que prefiere la ropa informal. Cuando era estudiante de Comunicación en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, en Guadalajara, lucía el pelo hasta los hombros y usaba morral y huaraches. Ahí surgió su admiración por la cantautora Mercedes Sosa.

En la ciudad de México suele trasladarse en la Suburban del PAN, y nadie lo convence de contratar seguridad privada.

Frecuenta el “Au Pied de Cochon”, un restaurante de comida francesa ubicado en Polanco. La cava de vinos cuenta con mil 500 botellas. La copa más económica cuesta 133 pesos. La sopa de cebolla, una de las especialidades de la casa, sale en 100 pesos. ¿Y un café americano?, 50 pesos.

Madero sabe de vinos, dicen quienes lo conocen.

Viaja con regularidad a Francia y España. También visita con frecuencia Manhattan, Nueva York, pues su hijo mayor, Alejandro, trabaja allá como corredor financiero.

Con su familia siempre presente

Humberto Moreira (Saltillo 28 de julio de 1966), presidente nacional del PRI y exgobernador de Coahuila, no prueba alimento sin antes escuchar el “tssss” que se produce mientras destapa su Coca Cola.

En Coahuila, su comida preferida son las gorditas y con frecuencia va a las tortas más famosas del estado, en el Centro Histórico. Uno de sus mayores placeres es comer mazapán.

Usa buenos trajes, pero prefiere los pantalones Dockers color caqui, las guayaberas y las camisas blancas.

El ahora dirigente nacional del PRI bautiza las obras públicas con el nombre de sus personas más queridas. Por ejemplo, un jardín de niños público en Saltillo se llama Evangelina Valdés Dávila, como su mamá; y en el municipio de Progreso, un Centro de Atención a Adultos Mayores recibe el nombre de Vanessa Guerrero, su segunda esposa.

En 1995, Vanessa fue Miss Belleza México en Coahuila, mucho antes de ser presidenta del DIF Coahuila.

La frase que Humberto Moreira acuñó en su boda, la cual se llevó a cabo en diciembre de 2007, y que robó la risa de los invitados, revela el sentido del humor que lo caracteriza:

“Vanessa, te entrego estas arras que son el símbolo de que siempre estaré trabajando para entregarte el producto de mi esfuerzo, de que sé que lo vas a cuidar, de entregarte mi salario cada quincena, de no esconderte el bono y darte el aguinaldo también”, le dijo.

“El Profe”, como le llaman algunos, no tiene problema en platicar con el bolero de la sede nacional del PRI, ni en comer en una fonda y horas después reunirse con otros políticos en Torre de Castilla, un restaurante de comida española en Polanco, donde una comida completa, sin vino, cuesta entre 400 y 500 pesos.

Es “niño verde” y además socialité

Jorge Emilio González Martínez, también conocido como “El Niño Verde” (Distrito Federal, 16 de abril de 1972), ama la vida social. Saltó del Pedregal, de su infancia, a un departamento en Bosques de las Lomas, donde los pisos más baratos cuestan 5 millones de pesos.

“Cuando entré a la política no tenía una necesidad económica; eso te da la libertad de trabajar sin pensar en cómo le voy a hacer para vivir o tener un sustento”, explica el presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Admite que buscará nuevamente una senaduría en 2012, y que revivirá el tema de la pena de muerte para los secuestradores que mutilen o asesinen a sus víctimas.

Miércoles 15 de junio, 13:00 horas. Jorge Emilio acude al PVEM luego de unas vacaciones en San Antonio, Texas. Llega en un Audi de lujo, custodiado por otro automóvil con tres guaruras. Su atuendo —jeans, camiseta Lacoste y chamarra Polo— refleja que tendrá únicamente reuniones informales.

—¿Dicen que eres un junior, y medio fresa?

—Así crecí, es mi origen.

Asegura que diario va a su oficina, que recibe a los militantes de su partido y realiza juntas de evaluación quincenales con otros miembros del PVEM. Gana 75 mil pesos mensuales.

Admite que actualmente sólo se reúne con el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira.

Diariamente se ejercita en un club de tenis ubicado en Bosques de las Lomas, pero también tiene membresía en el Sport City de Santa Fe. Frecuenta por lo menos una vez al mes Cancún.

En el verano de 2010 se fue de vacaciones a Disneylandia, para complacer a su novia María, hija del diputado local del Verde, José Alberto Couttolenc Güemez.

Vendía pescado;y ya tiene un yate

En Acapulco, Luis Walton Aburto (Guerrero, 1949) es vecino de celebridades como Jaime Camil. Convivió con los barones Di Portanova y compartió fiestas con Plácido Domingo. Sus amigos tienen entrada libre a su yate.

En su infancia vendió pescado en el Mercado Central de Acapulco.

El presidente nacional de Convergencia presume que es producto de la educación pública. “Nunca pisé una escuela privada”, expresa orgulloso. Hoy vive en Las Brisas, uno de los fraccionamientos más exclusivos del puerto.

Entre otras propiedades tiene un departamento en la calle Rubén Darío, en la colonia Polanco, el cual utiliza dos veces por semana.

Reconoce sin rubor alguno que tiene dinero. Es propietario de gasolineras e inversionista en escuelas privadas. Walton afirma que su fortuna inició cuando le ganó a los ejidatarios de Santa Úrsula el litigio por el Estadio Azteca.

“Fui abogado de Miguel Alemán y de Emilio Azcárraga Milmo”, afirma.

Reconoce que en Acapulco se traslada en un Mercedes Benz blindado y que es vigilado por personal “armado”.

“Gano 60 mil pesos en Convergencia. Y no le digo cuánto me cuesta el partido, porque yo le pongo más de lo que me da. En la campaña para ser Presidente Municipal de Acapulco le metí dinero”, cuenta.

—¿Cuánto gana mensualmente por sus negocios?

—¡Nombre! Treint… para qué le digo, mucho más. Le voy a poner el ejemplo de un negocio nada más. Por una renta de un local en Acapulco recibo un millón de pesos mensual, lo rento desde hace 13 o 14 años. Así que nomás súmele.

Y reta a sus adversarios que le comprueben alguna “transa”: “Pueden hacer las auditorías que quieran”.

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