De acuerdo a fuentes de la agencia del Ministerio Publico del fuero común en Petatlán, se presentó Julio César Alejos González se presentó a declarar que una de las mujeres muertas fue su esposa Edith González Paredes, de 44 años de edad, originaria del Distrito Federal, con domicilio en la calle Hidalgo número 9 en el centro de la ciudad de Petatlán.
Agregó que su mujer sólo era ama de casa y que un día antes, es decir, el miércoles por la tarde, tres jóvenes a las que reconoció como Verónica, Lourdes y Katia, pasaron a su domicilio a bordo de un vehículo de color guinda, para invitar a su esposa a ir a dar un paseo, pues las conoce desde hacía dos años y seguido convivían.
El vehículo guinda era el Jetta que fue encontrado en el lugar de la masacre. Alejos González dijo que unos amigos le avisaron que habían encontrado a varias mujeres ejecutadas y que posiblemente una de ellas se trataba de su cónyuge.
Por su parte, Francisco Hernández Peñaloza reconoció a su hija Oliveria Hernández Mora, de 19 años de edad, originaria de Casas Viejas, en la sierra de Petatlán, pero con domicilio en la colonia Vicente Guerrero en la cabecera municipal.
Informó que su hija era estudiante de tercer grado de preparatoria por sistema abierto y que salió el miércoles por la mañana a la escuela y que comúnmente regresaba a su casa a las 8 de la noche, pero que en esta ocasión no llegó.
De las otras tres mujeres se conoció extraoficialmente que tenían su domicilio en la colonia Barrio de la Hoja, en la ciudad de Petatlán y que se llamaban Verónica, Lourdes y Katia Arriaga Contreras, de 24, 20 y 21 años de edad, sólo que hasta ayer por la tarde ningún familiar había acudido a identificarlas y reclamar sus cadáveres.
--
Juan José Belmonte Torres
No hay comentarios.:
Publicar un comentario