Liberan cotorras guayaberas en Guerrero

- Turnan  a los cazadores furtivos al Ministerio Público de la Federación

 

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Guerrero, liberó al menos unas 90 cotorras guayaberas (Amazona finschi) para su reintegración en su hábitat natural luego de ser aseguradas a dos individuos en la Costa Grande de Guerrero.

       De acuerdo a información proporcionada por la Delegación Guerrero de la PROFEPA, las aves fueron decomisadas en el municipio de Atoyac por parte de policía preventiva de esa localidad durante un operativo.      

     Los detenidos responden a los nombres de Alejo Barrera Simón y Audencio Trinidad Solís, originarios de Chilpancingo Guerrero, quienes no presentaron ninguna documentación que amparará la legal procedencia de las cotorras.

     Estas especies están protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2001 en la categoría de amenazada, además de estar regulada por la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre (CITES).

      Al ser considerado como un delito ambiental los detenidos fueron turnados al Ministerio Público de la Federación, mientras que la liberación de las cotorras fue una medida  judicial. Sin embargo, algunas debido a su mal estado, ocasionado por las jaulas, deberán ser rehabilitadas e hidratadas para reintegrarse a su ecosistema.

     Por su parte el delegado federal Manuel de Jesús Solís Méndez indicó que: "no se tolerará actos de esta naturaleza, porque la venta de vida silvestre es un delito ambiental, y más si se trata de especies amenazadas".

    Solís Méndez hizo un llamado a la sociedad a dejar de comprar aves o cualquier otra especie que no cuenten con autorización y factura que avale la legal procedencia del animal.

       A la cotorra guayabera (Amazona finschi) también se le conoce como Perico frentiblanco, loro de frente blanca, cotorra frente blanca; cabeza de manta y loro manglero en Chiapas; cocha o cocho; cucha (Birkenstein y Tomlinson, 1981).

       De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Ecología, su captura se autoriza únicamente durante los meses de octubre a febrero en los estados de Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa y Tabasco y de septiembre a enero en Veracruz.

 

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Juan José Belmonte Torres