Por: Laura Gutiérrez G.
Estudiante de la Maestría en Educación
Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID)
Sede Acapulco
Agosto, 2007.
"En definitiva, no aprendemos a ser hombres o
mujeres sino que nacemos hombres o mujeres."
María Calvo Charro
Istmoenlinea. Sep/oct 2006
Durante los últimos 30 años la educación en México ha venido siguiendo la tendencia mundial de los años 70´s, de promover la educación mixta en todos los niveles escolares. Sin embargo, es válido preguntarnos: ¿Los alumnos aprenden mejor en un sistema mixto o diferenciado por sexo? ¿Somos iguales hombres y mujeres desde el punto de vista fisiológico, neurológico y psicológico? ¿Sigue vigente esta tendencia en el resto del mundo de acuerdo a las nuevas investigaciones neurocientíficas y educativas?
Poco se ha hablado de este tema en nuestro país desde un punto de vista meramente científico. Sin embargo, ha sido motivo para enarbolar muy diversas visiones políticas más que pedagógicas, que al final nos llevan a cuestionarnos si efectivamente nuestros políticos y autoridades educativas están en la búsqueda del Bien Común y la igualdad.
El propósito de esta serie de reflexiones es el de invitar al lector a conocer algunos datos que evidencian la posibilidad de retomar esquemas escolarizados diferenciados por sexo, para lo cual se mostrarán algunas de las nuevas tendencias y conclusiones científicas de carácter interdisciplinario en el tema y resultados que se han obtenido en los procesos de aprendizaje de los alumnos en diversas partes del mundo. El tema de por sí es extenso porque se podría abordar a profundidad desde muchos enfoques: fisiológicos, neurológicos, psicológicos, sociológicos, antropológicos y pedagógicos por sólo mencionar algunos. Así que a lo largo de artículos, sólo se mencionarán brevemente algunos aspectos generales para introducirnos al tema.
¿Cómo se inicia la escuela mixta?
En Francia, ante las situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres y la necesidad de llevar a la práctica el Artículo 1º de su Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano se presenta la situación de tener que incorporar a la mujer al sistema de educativo, todo ello como respuesta al artículo 1º planteado en su propia Constitución. [1]
Una consecuencia de lo anterior, es el surgimiento del feminismo en el s. XIX como un movimiento social, que entre otras lides toma como parte de su bandera a la escuela mixta, más como un medio que como un fin. Fue hasta 1960 que de manera masiva se incorpora a la mujer en el sistema educativo francés. Al no tener aulas y maestros suficientes para responder a esta problemática educativa, la escuela mixta es la que viene a satisfacer esta demanda cuantitativa, más que por un fondo pedagógico per sé. [2]
Este proceso de la búsqueda de la igualdad tiene uno de sus momento más importantes cuando la ONU promulga la Declaración sobre la eliminación de la Discriminación contra la Mujer en 1968 [3], pero es aquí donde probablemente se gesta la idea de que separar significa lo mismo que discriminar de manera peyorativa cuando se habla de educación y muy probablemente de muchas otras áreas.
En nuestra próxima reflexión comentaremos algunos de los nuevos descubrimientos de carácter neurológico-psicológico sobre las diferencias entre hombres y mujeres.
[1] Vierheller, María Elisabeth y Morales Fuentes, Mariana: Retorno de la Educación diferenciada de varones y mujeres –realidad y paradoja; págs 1 y 2
[2] Íbidem, pág. 2
[3] Íbidem; pág. 3
[4] Sax, Leonard, M.D., Ph.D: Single Sex Education: Ready for prime-time?; Fuente: http://singlesexschools.org
[5] Calvo Charro, María: Educación diferenciada: modelo personal y opción de libertad; Fuente Istmoenlinea. Sep/oct 2006.
[6] Monjas, Javier: El órgano consultivo oficial para le Educación en el Reino Unido recomienda la Educación diferenciada;
Fuente: http://www.diferenciada.org/section.php?id=42&id_element=221
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Juan José Belmonte Torres
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