Para retirar el bloqueo que inició desde el pasado ocho de enero se llevaron a cabo varias reuniones entre autoridades de los tres niveles de gobierno, empresarios y ejidatarios, quienes este día establecieron una mesa de trabajo definitiva.
En la reunión el director de la empresa minera Luismin, Tomás Iturriaga, aceptó que además del avalúo que llevaría a cabo el organismo federal, se reinstalaría a los empleados que participaron en el bloqueo.
La empresa, que explota el más grande yacimiento de oro en el país, y que ayer exigiera al gobierno federal hacer cumplir la ley y desalojar a los ejidatarios, se retractó de las demandas penales iniciadas en contra de ellos.
Con el fin del paro, de acuerdo a declaraciones hecchas por el secretario de Desarrollo Económico (SEDECO), Jorge Peña Soberanis, días atrás, Guerrero pudo consevar la inversión inicial de 350 millones de dólares por la explotación del yacimiento de oro.
En su oportunidad, Peña Soberanis aseguró que de suspenderse los trabajos de la empresa Luismin, además de retirarse la inversión, dos mil trabajadores se quedarían sin empleo y afectaría la economía de mil 500 familias de la región de Tierra Caliente, zona de influencia de la mina.
El secretario de Desarrollo Económico aseveró que la inversión de la mina no es sólo de la empresa "Luismin" que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva Cork y Canadá-, sino de un grupo de inversionistas extranjeros que aceptaron la propuesta de invertir en la mina guerrerense.
El conflicto dio inicio el pasado ocho de enero, cuando comuneros de la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, bloquearon los accesos a la mina.
Juan José Belmonte Torres
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