En filas de tres, sin pintas, ni gritando consignas, cerca de mil normalistas marcharon por el puerto
de Acapulco exigiendo un audiencia con el gobernador del estado, Zeferino Torreblanca Galindo.
De acuerdo a versiones de los normalistas, el alcalde Félix Salgado Macedonio, de extracción perredista, les llamó para pedirles que marcharan sin llevar a cabo bloqueos, sin embargo fuentes extraoficiales indicaron que fueron los normalistas quienes llamaron al presidente municipal para pedirle permiso de marchar.
Fue así como de manera ordenada, poco después del medio día, los normalistas arribaron al puerto a bordo de decenas de autobuses que mantiene secuestrados desde hace varios días. Bajaron a la altura del parque Papagayo, en la avenida Cuauhtémoc.
Ahí, evadiendo las zonas turísticas, marcharon de manera ordenada y sin causar desmanes, como ha sucedido en los últimos días en Chilpancingo-. Ante la extrañeza de los ciudadanos porteños y turistas, en filas de tres llegaron hasta el zócalo de la ciudad.
Permitiendo acercarse a agentes de Gobernación, a quienes en anteriores manifestaciones habían corrido a golpes, esta vez los aprovecharon como puerta de enlace con el alcalde.
Fue así como después de instalarse en plantón en el zócalo porteño, una comisión fue recibida en audiencia por el secretario general del Ayuntamiento, Daniel Ríos Abarca.
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Juan José Belmonte Torres
de Acapulco exigiendo un audiencia con el gobernador del estado, Zeferino Torreblanca Galindo.
De acuerdo a versiones de los normalistas, el alcalde Félix Salgado Macedonio, de extracción perredista, les llamó para pedirles que marcharan sin llevar a cabo bloqueos, sin embargo fuentes extraoficiales indicaron que fueron los normalistas quienes llamaron al presidente municipal para pedirle permiso de marchar.
Fue así como de manera ordenada, poco después del medio día, los normalistas arribaron al puerto a bordo de decenas de autobuses que mantiene secuestrados desde hace varios días. Bajaron a la altura del parque Papagayo, en la avenida Cuauhtémoc.
Ahí, evadiendo las zonas turísticas, marcharon de manera ordenada y sin causar desmanes, como ha sucedido en los últimos días en Chilpancingo-. Ante la extrañeza de los ciudadanos porteños y turistas, en filas de tres llegaron hasta el zócalo de la ciudad.
Permitiendo acercarse a agentes de Gobernación, a quienes en anteriores manifestaciones habían corrido a golpes, esta vez los aprovecharon como puerta de enlace con el alcalde.
Fue así como después de instalarse en plantón en el zócalo porteño, una comisión fue recibida en audiencia por el secretario general del Ayuntamiento, Daniel Ríos Abarca.
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Juan José Belmonte Torres
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