En el marco de la celebración de los Fieles Difuntos, el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, hizo un llamado para que "aprendamos a morir mientras vivimos, para que cuando muramos disfrutemos gozosamente del premio de la gloria".
En la homilía de la celebración eucarística dedicada para los difuntos, el jerarca de la Iglesia Católica en Acapulco. Aseveró que este día sirve para reflexionar sobre "nuestra disponibilidad de participar en la gloria".
Ejemplificó con el caso de San Agustín, quien en sus últimos días canceló las visitas para prepararse a bien morir, "dejémos que nos hable la voz de la conciencia, silencio, porque quiere habar Dios, dice San Agustín".
Aguirre Franco señaló que si la muerte "nos puede sorprender como el ladrón que se presenta inesperadamente", debido a que en a actualidad "hoy mucha gente pasa de este mundo al otro en un instante, apenas sin darse cuenta de que de un instante al otro ya está en la presencia de Dios".
Señaló que antes las personas se encerraban en sus casas preparándose a morir, rodeados de familiares y amigos, pero ahora son frecuentes las muertes instantáneas".
Dijo que este día en especial se presta para que los creyentes reflexionen las palabras de Cristo y así tomar en cuenta la parábola del amo que regresa inesperadamente del viaje y exige cuentas a sus siervos.
El arzobispo de Acapulco, aseveró que ante la certeza de la muerte no se debe experimentar ni miedo ni tristeza, porque "uno siente miedo cuando no esta bien con Dios".
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Juan José Belmonte Torres
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