ACAPULCO.- La violencia que azota al estado de Guerrero alcanzó a las campañas electorales, y hasta el momento tres políticos involucrados en actividades proselitistas han sido asesinados, además de una capacitadora del Instituto Federal Electoral (IFE). Otros cuatro contendientes de distintos partidos fueron secuestrados y seis aspirantes a diputados renunciaron a su intención tras recibir amenazas.
Los dirigentes estatales del PRI, PRD y PAN coinciden en que las intimidaciones ocurren principalmente en la región de Tierra Caliente, Acapulco, Costa Grande y Zona Norte.
A pesar del saldo rojo, el vocero del gobierno estatal, Arturo Martínez Núñez , afirma que la seguridad para el desarrollo de la jornada electoral del próximo 1 de julio “está garantizada”.
Insiste “que menos de cinco candidatos a cargo de elección popular han solicitado seguridad personal y, que los ‘focos rojos’ están localizados y se actúa operativamente en ellos”.
También, el presidente consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) en Guerrero, David Alejandro Delgado Arroyo, asegura que “Guerrero tendrá elecciones libres, transparentes y en paz”.
El funcionario se deslinda de la seguridad, al sostener que “el IFE no es la AFI (Agencia Federal de Investigación), aunque suene parecido”.
El pasado 26 de abril, el gobierno de Guerrero firmó el acuerdo de seguridad electoral de la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Instituto Federal Electoral (IFE) para la implementación de medidas durante las elecciones para garantizar la participación ciudadana.
En este acuerdo se incluyen mecanismos específicos de operación y coordinación de todas las instancias de seguridad en el orden federal y estatal, así como la mitigación de las acciones de la delincuencia organizada.
El próximo 1 de julio, en Guerrero se votará para renovar los 81 ayuntamientos, así como los 28 distritos electorales locales; la disputa será entre las coaliciones Guerrero nos Une (PRD, PT y Convergencia); Compromiso por Guerrero (PRI y PVEM); el Partido Acción Nacional (PAN) y Partido Nueva Alianza (Panal).
Las campañas arrancaron desde el pasado 22 de mayo.
PRD, el más golpeado
La mañana del 11 de junio, tres hombres que se desplazaban en un vehículo Nissan Tsuru color blanco, arribaron al rancho del candidato a diputado por el PRD Margarito Genchi Casiano.
Uno de los presuntos agresores entró a la propiedad y abordó al perredista pretextando la compra de un becerro, por lo que empleados del rancho se mantuvieron al margen. Sin embargo, le disparó a boca jarro en cuatro ocasiones.
Genchi Casiano, quien buscaba la diputación local por el distrito 14 con sede en Ayutla de los Libres, era el segundo hombre de izquierda asesinado en Guerrero, antes, el 16 de marzo, hombres armados dieron muerte a José Guadalupe Medina Acosta, dirigente municipal en Atoyac de Álvarez del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Los candidatos del ala izquierdista también han tenido que lidiar con el secuestro de sus abanderados.
El dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, detalla que han sido víctimas de secuestro los candidatos Francisco Tecuchillo Neri, de Zitlala, y Feliciano Álvarez Mecino, de Cuetzala, quien estuvo durante 18 días en cautiverio hasta que pagaron su rescate.
Otros casos son el hijo de la candidata en Zumpango, Martha Aurora García Martínez, y Rafael Ariza Bibiano, coordinador de campaña del candidato en Coyuca de Benítez, Javier Bataz.
En Acapulco, en dos ocasiones en lo que va del mes, el candidato de la coalición Guerrero Nos Une, Luis Walton Aburto, canceló sus giras debido a las balaceras y asesinatos registrados.
Tricolor, también con saldo rojo
El priísmo de Guerrero también reporta pérdidas. El pasado 28 de abril, el diputado local suplente, Horacio Barquín Cevallos fue asesinado de varios balazos en la puerta de su domicilio, en la comunidad de Los Arroyos, en el municipio de Taxco de Alarcón.
La víctima se desempeñaba como oficial mayor del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI y sería llamado a ocupar la curul que dejó el legislador titular Manuel Saidi Prats.
Antes del arranque de las campañas, el diputado local del PRI en la región de la Tierra Caliente, Ernesto González Hernández, advirtió el difícil escenario para la actividad proselitista, incluso, señaló que “en todo caso había que solicitar la autorización de los grupos del crimen organizado con presencia en la zona”.
En este contexto, el último día de mayo, Verónica Muñoz Parra renunció a la candidatura del PRI a una diputación federal por el I Distrito Electoral, con sede en la región de Tierra Caliente.
Un par de días después, un grupo armado secuestró al candidato a presidente municipal de Huamuxtitlán, Timoteo Domínguez Maldonado, y a cinco integrantes de su equipo de campaña. Los retuvieron durante varias horas y después los liberaron, aunque se quedaron con sus vehículos.
Tras el hecho, el dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, solicitó protección personal a los gobiernos estatal y federal para otros tres candidatos de ese partido.
Además, señaló que seis precandidatos a alcaldes renunciaron a sus aspiraciones políticas tras recibir amenazas de muerte. Entre ellos el precandidato a la alcaldía por Taxco, Salomon Majul, quien escapó de un intento de secuestro.
“Varios candidatos” del PRI han manifestado su preocupación ante el ambiente de inseguridad y violencia que prevalece en las diferentes regiones de la entidad; no obstante Salgado Romero se negó a revelar los nombres de los aspirantes que se han quejado de estos hechos y dónde se registran estos casos.
Capacitadores, en la línea de fuego
El primer incidente delictivo relacionado con las elecciones estatales tuvo lugar en el Distrito número ocho, con sede en el municipio de Ayutla de los Libres, donde fue asesinada Guadalupe Villanueva Villanueva, quien se desempeñaba como Capacitadora Asistente Electoral. El homicidio ocurrió el 17 de abril.
En los dos meses que siguieron a este homicidio, más de 20 capacitadores electorales renunciaron, “al no aguantar el trabajo de campo”, confirmó el vocal de capacitación electoral y educación cívica, Moisés Acosta Sánchez.
Admitió que en algunas colonias de la parte alta y de la zona conurbada del puerto de Acapulco la delincuencia común “exige ‘cuotas’ a los capacitadores del IFE y ya después les permiten llevar a cabo su trabajo”.
Por esta situación, el funcionario del Instituto Federal Electoral (IFE), explicó que se les instruyó para trabajar en grupos, además de traer la casaca del IFE y retirarse antes de las 20 y 21 horas.
Pol�ticos, blanco de la delincuencia en Guerrero - Los Estados - El Universal