Acapulco • Para combatir a la delincuencia organizada, el gobierno de Guerrero decidió adquirir, con una empresa de Nuevo León, 660 cámaras de alta definición y fibra óptica que en estos días coloca en todo Acapulco y sus alrededores. A través de imágenes vigilarán 80 kilómetros de territorio en todas las colonias del puerto, desde Pie de la Cuesta, al inicio de la Costa Grande, hasta Barra Vieja, donde empieza la Costa Chica.
Las cámaras, de las cuales ya funcionan 84, que cubrirán áreas de todos los sectores socioeconómicos —al igual que las zonas turísticas—, son operadas desde un cuartel ubicado en lo alto de un cerro de bahía de Santa Lucía. Ahí, en un C-4, son monitoreadas por elementos de Policía Federal, Ejército, Marina y agentes estatales.
La policía municipal quedó al margen, ya que 70 por ciento de sus mil 810 elementos son considerados “no aptos”, según un funcionario del gabinete de Seguridad del gobierno de guerrerense, quien, de esa forma, aludía sutilmente al hecho de que la mayoría de los policías locales están involucrados con las redes delincuenciales.
“Y no es que vayas a un Police Depot y pidas mil para llevar”, ironiza con un dejo de preocupación. Luego agrega: “Ya no va a ocurrir eso de que alguien voltea las cámaras ante un hecho delictivo para que los criminales huyan”.
Al ingresar al C4, que posee un sofisticado mecanismo de identificación para llegar al interior a través de huellas digitales, se observa que elementos (hombres y mujeres) de Ejército, Marina y Policía Federal, además de la Policía Ministerial estatal, laboran a la par frente a cámaras que son capaces de realizar impresionantes acercamientos a rostros de las personas que, por ejemplo, deambulan en playas y callejones.
Pero el narco no quiere dejarse: trabajadores de las cuadrillas que instalan las cámaras en enormes postes y tienden cableado de fibra óptica bajo las aceras (se calcula que en un mes concluirá la instalación de las cámaras) han sufrido acosos y amedrentamientos de parte de los criminales: varios narran a MILENIO cómo es que, en tres semanas de trabajo, una vez ejecutaron a tres personas frente a ellos; en otra ocasión balearon a unos individuos que resultaron heridos; en un incidente adicional, los amenazaron, y en un último acontecimiento, intentaron extorsionarlos.
Por ello… los trabajadores tienen miedo. Tienen miedo y piden, con miradas preocupadas, manos sudorosas e inquietas, y voces trémulas, que las autoridades no se les separen, que los sigan a todos lados, en todo momento. Y es que, cuando recuerdan y narran aquellos actos, aquellas jornadas recién ocurridas, todavía se estremecen…
DÍA 1.
Las amenazas. Los primeros cinco muertitos. Narra un supervisor de cuadrillas…
Las amenazas. Los primeros cinco muertitos. Narra un supervisor de cuadrillas…
“Llegó un carro. Incluso estábamos cerca del C4. Unos compañeros estaban cerca de la grúa, se les acercaron y les dijeron: ‘Ustedes van a ser los primeros cinco muertitos’. Los insultaron, se burlaron de las cámaras, les dijeron vulgaridad y media”.
DÍA 2.
El intento de extorsión. Si quieren chambear bien. Charla un operador de grúa…
El intento de extorsión. Si quieren chambear bien. Charla un operador de grúa…
—¿Qué les dijeron?
—Querían que se mochara el patrón…
—¿Que les diera una lana?
—Sí, que para que pudiéramos trabajar bien ahí en el Centro, o que no nos dejaban.
—¿Susto?
—Algo… Están medio pesadones, tiran muertos donde quiera…
DÍA 3.
Los baleados. Pedir a Dios que no se repita. Cuenta un trabajador que coloca postes…
Los baleados. Pedir a Dios que no se repita. Cuenta un trabajador que coloca postes…
“Estábamos terminando de montar un poste, y en lo que íbamos a recoger las herramientas, estábamos platicando con unos taxistas, porque el poste está al lado de un sitio. Llegaron en camionetas unas personas, desenfundaron armas cortas y dispararon en diferentes ocasiones contra ellos. Fueron cuatro o cinco veces que accionaron las armas. Afortunadamente no fallecieron… Gracias a Dios que no pasó de ahí. Esperamos que no vuelva a suceder. No quisiéramos volver a vivirlo, porque estar cerquita de una balacera no se lo deseo a nadie. Es muy difícil. Fue muy feo. Honestamente sí se quitan las ganas de trabajar”.
DÍA 4.
Los ejecutados. Como de película. Narra uno de los jefes del proyecto, de la empresa proveedora…
Los ejecutados. Como de película. Narra uno de los jefes del proyecto, de la empresa proveedora…
“Estaban cuatro ingenieros. Ya habían acabado. Llegó un tipo y empezó a balear a tres personas. No eran de nosotros, estaban ahí, junto a ellos, platicando con los nuestros. Ejecutaron a los tres. Dos corrieron y los ejecutaron. Al ver los balazos, la cuadrilla agarró y se aventó debajo de la camioneta, como de película. Tuvimos que parar el trabajo porque la gente se espantó. Una cuadrilla del Distrito Federal se regresó ese mismo día. Se fueron… Nos han sacado armas largas… La gente tiene miedo, me dicen: ‘Háblale al comandante, pide apoyo’, y eso hacemos, y seguimos trabajando. ¿La ejecución? Pudo ser circunstancial o una forma de decirnos: ‘Por aquí andamos, cuidado’.”
Se resiste el narco a ser monitoreado. Guerra de resistencia. “Guerra abierta por evitar la vigilancia pero, aunque nos quiten una cámara, ponemos otra”, comentó otro funcionario del gabinete de Seguridad.
De acuerdo con las cifras del gobierno de Guerrero, desde que inició el operativo Guerrero Seguro, hace ocho meses (que se cumplen este viernes), las ejecuciones han disminuido 20 por ciento. Bajaron de 2.5 a 2 por día.
La prensa local ve las cosas de otra manera: en sus conteos mensuales las cifras de 2012 son mayores a las de 2011: hubo 483 ejecuciones en Guerrero el año pasado y van 774 en éste. Sin embargo, el operativo inició en octubre y, por tanto, las cifras deberán compararse a partir de octubre, mes contra mes, alegan los funcionarios de Comunicación del gobierno estatal.
En lo que va de junio la violencia se ha recrudecido: ya van más de 30 ejecutados en seis días. Y las cámaras, con todo y el agobio que ejerce el narco, siguen siendo instaladas…
Claves
Jornada violenta
► Organizaciones criminales que operan en Acaculco dejaron siete personas muertas en menos de 12 horas, de acuerdo con el Ministerio Público y las secretarías de Seguridad Pública municipal y estatal.
Jornada violenta
► Organizaciones criminales que operan en Acaculco dejaron siete personas muertas en menos de 12 horas, de acuerdo con el Ministerio Público y las secretarías de Seguridad Pública municipal y estatal.
► Los primeros hechos ocurrieron a las 10 de la mañana en la colonia Emiliano Zapata, donde dos jóvenes de 20 años fueron acribillados con disparos de pistolas 9 mm y 38 súper frente a una casa de empeño.
► En la colonia Navidad de Llano Largo la Policía Federal localizó un vehículo Jetta con una persona decapitada en la cajuela. En otro punto del puerto guerrerense también fue hallado otro cuerpo desmembrado.
Arma Acapulco su "big brother" policial