CHILPANCINGO, Gro., (proceso.com.mx).- Durante la conmemoración del tercer aniversario del asesinato del presidente del Congreso estatal, Armando Chavarría Barrera, su esposa Marta Obeso Cázares demandó la intervención del presidente Felipe Calderón para que liberen a su sobrino Benito Agustín Chavarría, quien se encuentra preso en el penal federal de Matamoros, Tamaulipas, acusado de vínculos con el narcotráfico.
En una ceremonia realizada esta mañana en la tumba del exdiputado local que aspiraba a la gubernatura, ubicada en el panteón central capitalino, la viuda de Chavarría calificó de “injusto” el encarcelamiento de su sobrino, detenido por infantes de la Marina en una casa de seguridad en esta capital, junto a tres personas más, entre ellos Mario Ronces Pérez, “El Chepo”, identificado como jefe de una célula de sicarios al servicio de la banda denominada ”Los Rojos”.
Al respecto, la viuda de Chavarría pidió la intervención del gobernador Àngel Aguirre y del presidente Felipe Calderón para que “se enmiende” el proceso penal de su sobrino y se le deje en libertad.
Benito Agustín Chavarría es hijo de Azucena Chavarría Barrera, hermana del exdiputado local perredista Armando Chavarría, quien siendo coordinador del Congreso local y aspirante a la gubernatura fuera asesinado a tiros afuera de su casa el 20 de agosto de 2009.
En su momento, durante la administración del exgobernador Zeferino Torreblanca Galindo, la Procuraduría General de Justicia local investigó cuatro líneas sobre el móvil de este asesinato, entre ellas incluyó la relacionada a la delincuencia organizada.
El gobierno de Torreblanca filtró información a medios del Distrito Federal en el sentido de que el hijo de Armando Chavarría tenía nexos con un Jesús Nava Romero, “El Rojo”, lugarteniente del extinto capo Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, ambos abatidos en diciembre de 2009 en Morelos durante una operación de infantes de Marina.
Sobre el crimen del diputado Chavarría, su esposa volvió a reiterar su demanda de justicia y lamentó que el asesinato continúe impune.
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