El arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco aseguró que la sociedad pareciera resignarse ante la violencia vinculada a la delincuencia organizada.
En conferencia de prensa, el jerarca de la Iglesia católica en Acapulco, aseguró que "se está dando una actitud social de resignación y de creciente insensibilidad" ante la violencia generada por la delincuencia organizada y consideró preocupante su avance.
El arzobispo recordó que Guerrero se ha caracterizado por altos índices de hechos violentos, principalmente los relacionados con levantamientos sociales, por la posesión de tierras, el machismo, las disputas casuales y la delincuencia en todas sus formas.
Mencionó que el estudio del índice de la incidencia delictiva y violencia 2009, realizado en el primer semestre del año por la Iglesia católica, colocó a Guerrero como el sexto estado más violento con 9.3 ejecuciones por cada cien mil habitantes.
Indicó que "estamos ante un panorama preocupante" si a la violencia se le agrega la desestabilización familiar, la pérdida de valores, además del aumento de consumidores de estupefacientes y la crisis económica, lo que esta volviendo a la violencia un "escenario ordinario de la vida cotidiana".
Aguirre Franco hizo un llamado a "no aceptar la violencia como parte de nuestro entorno social", porque es inaceptable que la sociedad se esté acostumbrando a la violencia, marcada "por la crueldad" que caracteriza a la que aplican los grupos de la delincuencia organizada.
Aguirre Franco precisó que la crisis económica, aunada a la pobreza no es la razón del aumento de la violencia sino la destrucción de la familia, pues "si fuera sólo la pobreza, en los países ricos no habría vicios ni maldades, las familias ricas serían lo mejor del mundo".
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Juan José Belmonte Torres
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