El hallazgo fue reportado por Erick Reyes Córdoba, coordinador de la Policía Ecológica en la Costa Grande del Gobierno de Guerrero, quien acuidó al lugar con Enrique Rodríguez Krebs, de la Sociedad Protectora de Animales Helene Krebs.
Al revisar el cetáceo, señaló que el cuerpo presenta un avanzado estado de descomposición y cortes en el lomo, uno de ellos profundo, aparentemente producidos al ser embestida por alguna embarcación.
"El cuerpo presenta sobre el lomo, laceraciones verticales, una de ellas de 1 metro y 80 centímetros de largo y 80 centímetros de profundidad que pudo haber sido producida por una embarcación o la propela de una embarcación enorme", explicó el médico veterinario Enrique Rodríguez Krebs.
Otra mutilación se le aprecia antes de la aleta ventral, explicó Rodríguez Krebs y añadió que difícilmente el tamaño de esas heridas pudieron producirlas sus predadores naturales.
Debido a los golpes que el cuerpo ha registrado entre las rocas del morro de Barra de Potosí, el cachalote presenta diversos huesos expuestos, e incluso la mandíbula expuesta y sin dientes.
"Puedo meter un trozo de madera en los orificios de la mandíbula, donde estaban los dientes, la cabeza está completa, pero su estado de descomposición ya perdió el tono grisáceo de su piel y tiene ahora una coloración blanquizca", indicó Rodríguez Krebs.
En tanto, Reyes Córdoba de la Policía Ecológica estatal, explicó que a la inspección de esos hechos, acudió personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente PROFEPA, mientras que personal del Apostadero Militar con sede en Zihuatanejo de la Armada de México acudió vía terrestre.
El cadáver del cachalote fue dejado por autoridades ambientales locales y federales en el lugar, donde el cuerpo de más de 30 toneladas de peso ya era acechado por aves de rapiña.
Aída Navarro Directora de la organización ambiental Costasalvaje, explicó que las ballenas en México están protegidas por la Norma Oficial Mexicana número 059-ECOL-1994, por su estatus de grave peligro de extinción por lo que urgió a las autoridades a reforzar la vigilancia marina a favor de las especies amenazadas como tortugas marinas, ballenas, delfines, mantas, entre otras.
Navarro señaló que estudios recientes advierten que la intensa acidificación del mar, favorecido por las emisiones contaminantes del hombre por CO2 y que en el mar se disuelve en forma de ácido carbónico, amenaza la reproducción y existencia de animales marinos, entre ellos, los cachalotes que se alimentan básicamente de calamares y que un desequilibrio ambiental de esa magnitud afectará a millones de personas que dependen de los ecosistemas marinos para subsistir.
El cachalote, cuyo nombre científico es el de Phiseter macrocephalus, es un cetáceo odontoceto o cetáceo dentado, es el carnívoro marino más grande, así como el animal dentado de mayor tamaño en el planeta, se caracteriza por habitar en los mares templados tropicales y prefiere las aguas profundas.
Juan José Belmonte Torres
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