Con una desangelada marcha en la que sólo participaron cerca de 500 personas de 14 organizaciones sociales, se conmemoró en Coyuca de Benítez la masacre del vado de Aguas Blancas ocurrida el 28 de junio de 1995.
La manifestación tuvo poco respaldo del perredismo guerrerense debido a la víspera del proceso electoral interno, por lo cual de Guerrero sólo participó la organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), y la Asociación Federal de Desaparecidos Políticos de México (Afadem) y se recurrió al apoyo de estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y de organizaciones provenientes de otras entidades.
La conmemoración de la masacre de 17 campesinos, dio inicio con una marcha a la entrada de Coyuca de Benítez. Portando banderas rojas y gritando consignas, el evento derivó en reclamos al gobierno estatal y a uno de los aspirantes perredistas a la alcaldía de Acapulco.
Al llegar al vado de Aguas Blancas se depositó una ofrenda floral y el discurso estuvo a cargo de Roció Mesino Mesino, quien denunció que el gobierno del estado que preside el perredista Zeferino Torreblanca Galindo se ha negado a llevar las investigaciones hasta sus últimas consecuencias, pese a que así lo prometió en campaña.
En la conmemoración tomó la palabra también Julio Mata Montiel, de la Afadem, quien acusó que en aquellos tiempos se intentó evitar culpar a los campesinos sembrándoles armas e intentando acusarlos de que ellos habían iniciado los disparos contra los policías.
La muerte de lso 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, bajo las armas de policías estatales, lso cuales en su mayoría ya recuperaron su libertad, dio pie a la caída del gobernador Rubén Figueroa Alcocer, luego de que a través de un video se comprobara que los policías dispraron indiscriminadamente contra los campesinos.
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Juan José Belmonte Torres
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