La madrugada del jueves pasado murió en el interior del Apostadero Naval de Ixtapa, de un disparo en el pecho, el cabo de infantería de marina, Javier Morales de Paz de 38 años de edad.
La información brindada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero los hechos se mantienen en total hermetismo. Cuando los peritos ingresaron al Apostadero el cuerpo se encontraba cerca del lugar donde estacionan los vehículos de la Armada.
El cadáver vestía uniforme camuflaje y presentaba una herida producida por proyectil de arma de fuego a la altura del tórax, precisamente debajo de la tetilla izquierda, con una salida a la misma altura por la espalda.
Cabe destacar que a un costado del cuerpo se encontró un rifle automático ligero G-3 calibre 7.62 con el cual al parecer se produjo el disparo. Los peritos solicitarán un rastreo de huellas dactilares para determinar con precisión quién disparó el arma.
Por los hechos la Procuraduría de Justicia dio inicio a la averiguación previa AZUE/SC/05/402/2007, por el delito de homicidio por arma de fuego, en contra de quien resulte responsable, mientras que el cadáver fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
Mandos militares del Apostadero Naval presentaron a tres elementos a declararen la agencia del Ministerio Público en relación a los hechos, ya que reencontraban cerca del lugar de los hechos cuando se escuchó el disparo.
Cabe destacar que las primeras investigaciones hacían referencia a un accidente o a un suicidio, sin embargo es poco creíble debido al entrenamiento militar que reduce este tipo de riesgos, además de en la gran mayoría de los suicidios los disparos son en la cabeza.
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Juan José Belmonte Torres
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