Cientos de peces muertos de la especie tilapia (carpas) fueron arrojados a los ríos de las comunidades de la Zuzuca y El Toro, en el municipio de San Jerónimo en la Costa Grande de Guerrero.
Los peces muertos, de acuerdo a versiones de los pobladores de la región, provienen de los criaderos que el alcalde de San Jerónimo, Arturo Cabañas Flores autorizó para su hijo y para el oficial Mayor de la comuna Humberto Salas.
Los criaderos son parte de un programa productivo para la región en el que se invirtieron 300 mil pesos y constan de ocho piletas dotadas con equipo moderno con las cuales se buscaba la reproducción y la conservación de la tilapia.
Probablemente pro descuido de los cuidadores del criadero, murieron los cientos de peces tilapias, las cuales fueron tiradas en los accesos principales a los ríos contaminando los vertederos naturales de los habitantes de las localidades cercanas.
Con olores fétidos y escondidos entre la maleza se encontraban esparcidos los cientos de peces de la especie tilapia, los cuales se desprendían olores nauseabundos debido a que se encontraban en proceso de descomposición.
Pobladores del lugar que por temor a represalias pidieron reservarse sus nombres en el anonimato, informaron que desde hace más de dos meses un grupo de personas –entre ellas el presidente municipal, su hijo, su cuñado y el Oficial Mayor- cercaron un terreno de dos hectáreas, en donde construyeron los criaderos.
Las piletas situadas a escaso un kilómetro de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, entre las comunidades de los Toros y Corral Falso, se pueden observar a simple vista y en completo abandono de parte de los propietarios.
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Juan José Belmonte Torres
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