Acapulco News: Posicionamiento por el Día Internacional de la Libertad de Expresión

03 mayo 2007

Posicionamiento por el Día Internacional de la Libertad de Expresión

Compañeros y compañeras:

Acudimos hoy a este encuentro con nosotros mismos por dos razones
fundamentales: primero, para reiterar nuestra exigencia de castigo a
los asesinos de nuestros compañeros Amado Ramírez Dillanes, Misael
Tamayo Hernández, Rafael Villafuerte Aguilar y Abel Bueno León, y a
los autores de la desaparición de Leodegario Aguilera Lucas.
En segundo lugar, pero no por ello menos importante: para recordar, en
el Día Internacional de la Libertad de Expresión que hoy se conmemora,
que esta libertad se conquista diariamente, en nuestro trabajo
cotidiano y, a veces, en lugares como Guerrero, en condiciones que
constituyen un peligro real para el ejercicio periodístico.
En los últimos seis años 34 periodistas han sido asesinados en el
país, según la Federación Latinoamericana de Periodistas, y en
Guerrero tenemos cuatro de esos casos y una desaparición forzada; en
2005, la Comisión Estatal de Derechos Humanos recibió 5 quejas de
periodistas y en 2006, recibió 10, lo que significó un incremento de
40 por ciento. No deja de ser significativo que todas fueran contra
autoridades estatales. Otros casos, que no llegaron o no han llegado a
la Coddehum, han sido denunciados sólo periodísticamente, como la
detención ilegal del director de El Faro de la Costa Chica, Fernando
Santamaría, durante cuatro horas en los separos de la policía de
Marquelia.
El 20 de mayo de 1997, fue asesinado Abel Bueno León, director del
semanario 7 Días, en la carretera rumbo a Chilpancingo, y es el único
caso donde se consignó a presuntos responsables aunque la
investigación dejó más dudas que certezas; el 22 de mayo de 2003, el
editor de la revista Mundo Político, Leodegario Aguilera Lucas, fue
secuestrado de su domicilio por un comando armado, la investigación
devino en una burda farsa en que la Procuraduría exhibió unos huesos
calcinados como si fueran del comunicador, y cuando se demostró que no
correspondían, se detuvo; ese mismo año, el 12 de diciembre, Rafael
Villafuerte Aguilar, director del semanario La Razón, fue asesinado a
balazos a las 2 de la tarde a 500 metros del palacio municipal en
Coyuca de Catalán; el 10 de noviembre del año pasado, el director del
Despertar de la Costa, de Zihuatanejo, Misael Tamayo Hernández, fue
encontrado muerto en un hotel después de que había salido de su
trabajo acompañado con un ex comandante de la policía judicial, y
aunque en un principio se sugirió que había fallecido por una
sobredosis, estudios de laboratorio demostraron lo que todos sabían:
que el comunicador no era adicto a ninguna droga y en cambio, existían
evidencias de que había recibido amenazas de muerte. El 6 de abril fue
asesinado Amado Ramírez, a una cuadra del zócalo y a una calle de la
comandancia de la Policía Investigadora Ministerial de Barrios
Históricos.
En todos estos casos la investigación sigue atorada, y eso es lo que
demandamos, que la policía encuentre a los asesinos, que se les
castigue, y que el asesinato de Amado Ramírez no se sume a esta negra
estadística de casos sin resolver.
Queremos aprovechar también el momento para hacer un recuento breve de
lo realizado por esta comisión.
Como saben, nos entrevistamos con el gobernador Zeferino Torreblanca,
quien nos ofreció información permanente en el caso de Amado Ramírez,
algo que el entramado burocrático no ha permitido que ocurra. Este
viernes esperamos que nos reciba el procurador Eduardo Murueta
Urrutia, ante quien llevamos la misma petición de información. También
acudimos al Senado de la República para pedirle que exhortara a la PGR
a atraer las investigaciones de los periodistas asesinados en Guerrero
y esta proposición, que se presentó la semana pasada en comisiones,
será presentada nuevamente hoy en la Comisión Permanente.
A la Comisión Nacional de Derechos Humanos le expresamos nuestra
preocupación por el clima adverso en que se desarrolla el ejercicio
periodístico en Guerrero. La respuesta nos fue hecha llegar en un
documento al que enseguida se dará lectura, que en términos generales
informa de una reunión de los tres niveles de gobierno para impulsar
un programa preventivo de seguridad, que incluye vigilancia en las
cercanías de los periódicos, y el uso de un teléfono para denunciar
emergencias.
Hoy, con nosotros están marchando periodistas en varias ciudades del
estado: en Chilpancingo, en Iguala, en Ometepec, en Atoyac; nos unen
las mismas demandas. En la ciudad de México, organizaciones como
Reporteros Sin Frontera, el SNRP, Articulo 19, Asociación Mundial de
Radios Comunitarias-México, Red Mexicana de Protección a Periodistas y
Medios de Comunicación, Fundación Manuel Buendía, Centro Nacional de
Comunicación Social, Centro de Periodismo y Ética Pública, Revista
Zócalo, Sindicato de Radio Educación, Sindicato de Notimex,
Observatorio Ciudadano de Medios, también se están pronunciando en la
sede de la PGR y en su planteamiento están abordando nuestros casos,
según nos lo hicieron saber.
En Oaxaca, estado de donde era originario Amado Ramírez, se movilizan
en esta hora periodistas de Pinotepa, Huatulco, la capital y otras
ciudades, en solidaridad con los periodistas de Guerrero.
Compañeros:
Reiteramos aquí la demanda de que la Procuraduría General de la
República atraiga las investigaciones de todos nuestros compañeros
asesinados, sin excepción, y que las investigaciones lleven a un
castigo real para los asesinos de periodistas; creemos que esa es la
mejor garantía que el Estado puede darnos para el ejercicio de nuestra
profesión. Al gobierno de Guerrero le demandamos que nos muestre cuál
fue el móvil en el asesinato de Amado Ramírez y pruebas verificables
de la autoría y su forma de ejecución, y desde luego, que haya castigo
para el o los responsables.
A la sociedad le reiteramos nuestro compromiso indeclinable de seguir
informando de manera veraz lo que sucede en Guerrero, y a quienes hoy
nos amenazan, les decimos que no tenemos otras armas más que la
palabra y la razón, pero son suficientes para decirles que no nos
inmovilizan ni nos intimidan y que estamos aquí para que no haya otro
asesinato más de periodistas. ¡Ni uno más, compañeros!