Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), Juan Alarcón Hernández
aseguró que de acuerdo a peritos de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) los presuntos asesinos del diputado panista Jorge Bajos
Valverde fueron víctimas de tortura.
En entrevista, señaló que ante los resultados del peritaje,
enviaron una recomendación a la Procuraduría de Justicia de Guerrero
para que sean destituidos y además se les finquen responsabilidades
penales.
Detalló que fue desde el viernes que se envió la recomendación
18/2007 al procurador general de Justicia del Estado, Eduardo Murueta
Urrutia para que ordene la destitución y finque responsabilidades
penales en contra de los coordinadores de la Policía Investigadora
Ministerial (PIM), Raúl Ricardo Rodríguez Guzmán y Predix Luna Simón.
Asimismo recomienda el mismo procedimiento contra los agentes,
Miguel Simón Díaz, José Luis Felipe Rodríguez, Alfredo Hernández
Comino y Agustín Berrera Rodríguez por incurrir en actos de tortura y
allanamiento de morada.
D eacuerdo al dictamen de los peritos expertos en criminalística
y psicología, Aldy González Rodríguez y Nicolás Cardoso Macedonio
presentaron lesiones en los testículos características de toques
eléctricos y les rompieron las membranas timpánicas por golpes
recibidos en la cabeza y lesiones de quemaduras en diferentes partes
del cuerpo.
Mientras que Eder Andy González Rodríguez, según el dictamen de
la CNDH, presentaba por la tortura recibida "dolores de cabeza,
insensibilidad y adormecimiento en ambos brazos, dolor y cansancio
muscular en todo el cuerpo, sensación de ardor en el estómago,
sudoración excesiva, insomnio, miedos nocturnos y llanto fácil".
Alarcón Hernández dijo que independientemente de la tortura, los
agentes ministeriales cometieron otras, como el no llevarles a las
instalaciones de la Procuraduría de Justicia al momento de ser
detenidos, ya que en la bitácora no hay reporte de ello,
irregularidad, en la que "pudieron haber intervenido efectivos de la
Agencia Federal de Investigación".
De acuerdo al dictamen de la CNDH a los detenidos también se les
golpeó, fueron quemados con cigarros y "fueron presionados física y
sicológicamente para firmar documentos que no les permitieron leer".
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Juan José Belmonte Torres
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