Pueblos enteros son rehenes de los enfrentamientos del narcotráfico: Iglesia Católica en Acapulco

En su mensaje navideño, el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, aseguró que a inseguridad crece cada día más y pueblos enteros son rehenes de los enfrentamientos del narcotráfico".

Lo anterior, durante la homilía brindada esta mañana al celebrar la misa de Navidad, 24 horas después de que fuera arrojada una granada en el interior de un bar, ubicado a una cuadra de la zona turística de Acapulco.

Aguirre Franco aseguró que el mundo se encuentra envuelto en rivalidades, desconfianzas odios y divisiones y elevó una oración al Espíritu santo para que de humildad a gobernantes y políticos.

Dijo que el país vive un clima de confrontación creciente en el cual hay rivalidades y descalificaciones entre gobernantes, poderes y partidos "que impiden llegar a acuerdos comunes", lo cual genera incertidumbre en la sociedad.

"No se pueden lograr reformas estructurales porque cada quien busca su propio interés y no hay disponibilidad de escucharse mutuamente en bien del país", expresó el arzobispo en Acapulco.

Por tal motivo pidió al Espíritu Santo que conceda a gobernantes, legisladores, líderes sociales y políticos "que aprendan a ser humildes, como Jesús" y así se escuchen con respeto y apertura y busquen en unidad lo que más conviene al pueblo.

Aguirre Franco dijo también que en varias comunidades hay divisiones por motivos políticos, agrarios, económicos y religiosos, incluso continúan las inconformidades por los resultados de las elecciones federales pasadas.

Por tal motivo hizo un llamado a orar para que esta Navidad se aleje el odio, la división, la injusticia, la operación, la envidia y que los pueblos gocen de paz y fraternidad, para que "la buena noticia anunciada por los ángeles a los pastores se cumpla entre nosotros".

Dijo que el hambre y el anhelo de mejorar las condiciones de vida de su familia, obliga a jóvenes y adultos e incluso mujeres a salir de sus pueblos en busca de una oportunidad "para enfrentar la pobreza, la enfermedad y las deudas".

Pidió pues dar un lugar a Jesús "para que nazca y viva en nuestros corazones, en nuestras familias, en la sociedad, en la política, en las leyes, en la economía, en las relaciones internacionales, en los organismos mundiales del comercio y del dinero".

Aguirre Franco dijo que es preocupante el alto número de bautizados que no practican su fe y que "a pesar de que son considerados creyentes, llevan una vida en total contradicción con el Evangelio. Saben muchas cosas pero ignoran su religión".

Pidió para que en esta Navidad, los católicos no se dejen influenciar por "los mensajes engañosos de la publicidad, ni por las pasiones desordenadas del cuerpo. Que nos mantengamos firmes en nuestra fe y nos postremos humildes ante el Redentor hecho carne en el pesebre de Belén".




Juan José Belmonte Torres