Giros y piruetas en show aéreo en Acapulco

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Giros, vuelos razos y velocidades arriba de los 500 kilómetros aéreos fueron algunas de las primeras acrobacias que tomaron parte en el espectáculo aéreo "Air Extreme" que arrancó teniendo como marco la bahía de Acapulco.
Al inicio del espectáculo, motores de veloces F-16 y Lockhead A-10 entre otras aeronaves, surcaron los aires obligando a que por minutos el tráfico porteño y la actividad comercial se paralizara para observar las veloces aeronaves.
Bobby Thompson, miembro del equipo organizador a cargo del control aéreo durante el evento, informó que durante el día de hoy, los aviones sólo harían vuelos de práctica, reconociendo el espacio aéreo y la "caja aeróbica", espacio donde realizarían sus acrobacias.
Sin embargo las primeras maniobras de los USAF Thunderbirds, escuadrón de élite de los Estados Unidos de América, dejaron perplejos a turistas y lugareños, que abarrotaron las playas para observar los trazos con humo y los peligroso cruces en sentido contrario.
En la terraza del hotel iban llegando los directores de vuelo de cada uno de los aviones, de los cuales el Thunderbird, con un equipo en tierra de cien personas, causó mayor impresión por el despliegue de radares, cámaras, equipos de radiolocalización portátiles.
Después de los seis aviones Lockhead Martin F16C, Julie Clark, de 28 años y 17 en vuelos realizó atrevidos giros y barriles en un MoparT34 Mentor "Free Spirit" para después ondeando una bandera mexicana voló a escasos cien metros de la terraza en el piso 18 de un hotel de la Costera Miguel Alemán donde se encuentra la prensa y los controladores aéreos.
A bordo de un colorido avión, también realizaron prácticas Peter Jacobs, piloto de carrera desde 1964, quien voló en su "Angel 7", un jet Aero-Vodochody L-39, así como Kirby Chambliss, capitán del US Aerobatic Team a bordo de un Zivko EDGE 540 haciendo maniobas precisas y esectaculares.
Los "Iron Eagle", dos biplanos tipo Super Christen Eagle I, realizaron encuentros a mínima distancia y con altas velocidades que dejaron a muchos boquiabiertos ante las maniobras que desde tierra se apreciaban difíciles.
Después tocó el turno de practicar a Gary Ward, quien voló un Giles-202 haciendo maniobras agresivas a vuelo rasante. Así volaba a escasos cinco metros del mar y del conocido "Morro" rocoso acapulqueño, para después elevarse y precipitarse en picada.
Después tocó el turno a Freddy Cabañas, quien realizó
rizos, barrenas y barriles a bordo de su T-28, para después ceder su turno a un A-10 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quien realizó maniobras a baja velocidad y altitud.
Cerró la tarde un F-15 quien a una velocidad superior a las 600 millas por hora, hizo vibrar los ventanales de hoteles y negocios del puerto debido al estruendo de sus dos turbinas. De acuerdo al sargento de los Estados Unidos de América, Christopher Harris, gerente mecánico del equipo del F-15, voló a la mitad de su velocidad.