Un grupo de personas encabezadas por los dirigentes Marco Antonio Suástegui y Leopoldo Calderón, armados con piedras, palos y machetes impidieron la realización de la asamblea de comuneros de Cacahuatepec.
De acuerdo a un comunicado de última hora del gobierno del estado, en esta asamblea se decidiría si se realizaba la construcción o no de la hidroeléctrica La Parota.
Desde el medio día se habilitó un recinto en la población de El Campanario en donde además de dar anuencia al proyecto, se entregarían documentos de constancia de vigencia de derechos.
Al lugar llegaron elementos policiacos a petición de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos y el comisariado de los bienes comunales de Cacahuatepec.
Lo anterior, debido a que en anteriores asambleas se habían registrado connatos de violencia con los grupos opositores, razón por la cual también se colocaron retenes, algunos de ellos electrificados, según argumentó el dirigente de los opositores, Marco Antonio Suástegui.
En la asamblea se esperaba la presencia de cuatro mil comuneros cuyos terrenos se verían afectados por la construcción de la hidroeléctrica y alrededor de las tres de la tarde ya había en el lugar cerca de 500 personas.
Poco después llegó un grupo de personas integrantes del Consejo de Ejidos de Opositores a la Parota (Cecop) armadas de palos, piedras y machetes, que tras injuriar a los comuneros ahí presentes, iniciaron a agredirlos.
También intentaron agredir a los elementos policiacos quienes de acuerdo a la información oficial “evitaron dar respuesta a estas agresiones”, sin embargo tras la reyerta, Marco Antonio Suástegui informó de por lo menos tres comuneros heridos.
Los integrantes del grupo opositor, destrozaron los toldos, el mobiliario, quemaron los listados y documentos constancia de vigencia de derechos del Procede, que se entregarían en el evento.
También destruyeron los instrumentos de un grupo musical y equipo de proyección ante lo cual fue necesario desalojar el lugar y suspender la reunión para garantizar la integridad física de comuneros y autoridades.
De acuerdo al comunicado del gobierno estatal, es inadmisible “la propuesta de violencia y cerrazón al diálogo, por muy justas que puedan ser las demandas de quienes dicen defender a los sectores contrarios a un proyecto, como en este caso es la construcción de la presa hidroeléctrica La Parota.”
“Las decisiones en donde se involucra el destino de Guerrero no pueden ni deben ser tomadas a partir de la violencia, la sinrazón o la descalificación automática, pues son contrarias a la democracia”, expresa.
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