05 agosto 2005

Envían mensaje zetas: llegan 120 a Guerrero

Pedro Villeda Aguilar, guardaespaldas del subdirector operativo de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) en Guerrero, Julio Carlos López Soto, regresó luego de cuatro días de secuestro con un mensaje de “TonyTormenta”, encargado de “Los Zetas”.
“Dice que viene con 120 zetas a Guerrero, a rajarle la madre a los pelones y a la gente de la Procuraduría que tomó parte en el reparto del medio millón de dólares que le dieron a Julio (Carlos López Soto)”, dijo Pedro Villedas.
Entrevistado en exclusiva, en el quinto piso del hospital Santa Lucía, luego de una convocatoria que el mismo hizo a los medios, fue directo: “Lo único que le voy a decir es el recado que me dieron los señores, llego una persona que se identificó como Tony Tormenta, que es el jefe de los zetas en Tamaulipas, es el que los comanda.”
Al final del mensaje reveló “que reciban un saludo del jefe de ellos, que es el señor Goyo Saucedo y que arriba Tamaulipas, es todo lo que me dieron que le dijera.”
Pedro Villedas se ve tranquilo. Pese a la “patiza” que asegura le dieron en el rostro sólo se le ve una ligera hinchazón rojiza. Lo acompaña su esposa, Angeles Loeza Ramos, cuando aseguras que fue un “milagro” el que lo dejaran vivo.
“Me dijo Tony Tormenta que el patrón de ellos, Don Goyo Saucedo, vio una petición que hizo mi hija por Tv Azteca donde les pedía de favor que me dejaran libre y esa petición la vió el señor y se condolió de ella, por lo cual le agradezco bastante y ordenó que me dejaran”, explicó.
Con la mirada perdida en el techo del cuarto, dice “prácticamente le debo la vida a mi hija”, Ana Isabel Villeda Loeza, de once años de edad, “está chiquita mi bebé.”
Asegura que el mensaje se lo dieron en una casa donde lo tuvieron encerrado, “amarrado de pies y manos y vendado”, por lo cual no pudo ver a Tony Tormenta, puras voces, golpes y voces nada más, no vi nada”, asegura.
Dice que el día del homicidio era su primer día de trabajo con el subdirector operativo de la Policía Ministerial, “que suerte”, por eso cuando lo interrogaron, no pudo decir mucho.
Ahora no tiene planea de regresar a la Policía Ministerial, “primero, reponernos y después, vemos qué hacemos.”

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