Por separado, el alcalde Manuel Añorve Baños y el arzobisbo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, pidieron a autoridades e instituciones responsables reconsiderar las tácticas aplicadas contra la delincuencia y la violencia que generan.
Abordado por reporteros antes de iniciar su participación en el desfile obrero, Añorve Baños consideró que la estrategia contra el crimen organizado tiene que ser revisada.
Mencionó que “lo más importante es que los responsables de esta estrategia no tienen que definir solamente el objetivo, sino cuáles son las acciones y cuándo va a terminar esta lucha contra el narcotráfico, ¿Cuánto tiempo más?, esa es mi pregunta, y eso lo tienen que decir por supuesto los responsables de estos operativos”, sostuvo el alcalde, quien manifestó que se debe reforzar la coordinación de los tres niveles de gobierno, cada uno en el ámbito de su competencia, para terminar con este tipo de situaciones, que dijo, lastiman a la sociedad mexicana .
Advirtió que si a los adictos se les sigue tratando como delincuentes, “vamos a tener más adictos” y expresó que la violencia genera más violencia. Manifestó que “es un asunto de generar empleo, oportunidades para los jóvenes, de rescate de espacios públicos, es un asunto integral”.
Por su parte, el arzobispo Carlos Garfias Merlos, hizo un llamado a tratar el tema de la violencia como un problema de salud pública.
Con motivo del domingo de la misericordia, que la Iglesia católica conmemora este domingo, Garfias Merlos señaló que “ver la violencia como un problema de salud pública implica reconocer que el esfuerzo por erradicarla no corresponde a una visión simplista ni parcial. Requiere un diagnóstico interdisciplinar que identifique los principales factores de riesgo sobre los que hay que intervenir”.
Manifestó que una respuesta integral a la violencia no sólo protege y ayuda a quienes la padecen, sino que también promueve la no violencia, reduce la realización de actos violentos y cambia las circunstancias y condiciones que la originan.
“Convoco e invito a las autoridades civiles, a los responsables de la seguridad pública y social, a los que encabezan las instituciones educativas, sociales y políticas, lo mismo que a las culturales y religiosas, para que todos nos comprometamos en la construcción de la paz, desde esta perspectiva de la salud pública”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario