Las oficinas de la Delegación en Acapulco de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJEG) fueron desalojadas luego de una llamada que recibiera el fiscal regional, Enrique Gil Mercado, en donde se alertaba de la existencia de una bomba.
De acuerdo a fuentes de la propia dependencia estatal, tras la llamada anónima, se desalojó el edificio de tres plantas y los empleados se mantuvieron por espacio de tres horas a una cuadra de las instalaciones.
No fue sino hasta que llegaron elementos de Protección Civil del municipio y llevaron a cabo una inspección general del lugar que se determinó que todo había sido una falsa alarma.
Las labores en este momento se desarrollan con normalidad, sin embargo en los accesos a las oficinas de la Procuraduría se reforzó la vigilancia, ante la posibilidad de nuevas amenazas o ataques.
Juan José Belmonte Torres
No hay comentarios.:
Publicar un comentario