Evalúa organismo japonés estrategias para detección oportuna de cáncer en Guerrero

La Agencia de Cooperación
Internacional del Japón (JICA) y la Secretaría de Salud del Gobierno
de Guerrero llevaron a cabo una reunión para evaluar un proyecto de
control y prevención del cáncer cérvico uterino que implementaron
desde hace tres años en Guerrero.
El subsecretario de Previsión y Control de Enfermedades de la
Secretaría de Salud, Rolando Heras Martiní informó que en la reunión
de Correlación Diagnóstica y Análisis de Seguimiento de Pacientes, se
analizó la importancia que representa el impacto que tiene la
información en la sociedad, respecto a la prevención de este
padecimiento.
Al respecto, el doctor Kenzo Onoe, líder del Proyecto JICA,
lamentó los altos índices de mortalidad de este mal en el sur de
México, por lo que recalcó que los pilares del programa son, la
cobertura, el mejoramiento de la técnica de citología, el seguimiento
de pacientes probables y la continuidad desde la toma hasta el
resultado de la histopatología.
Kenzo Onoe recordó que éste se lleva a cabo en siete estados de
la República mexicana, incluido Guerrero, desde octubre del 2004 y
terminará en ese mismo mes del 2007, con el objetivo de apoyar con
nuevas técnicas para aumentar la detección del cáncer en la etapa
inicial y disminuir la tasa de mortalidad.
Por su parte, el jefe del Programa de Salud Reproductiva,
Fernando Valle Zavaleta, dijo que uno de los objetivos de la reunión
es conocer los avances que se tienen desde que se aplican las nuevas
técnicas del Proyecto de JICA, ya que ha mejorado notablemente la
forma de recabar muestras de papanicolaou.
Valle Zavaleta precisó que se tienen registradas 116 muertes por
este tipo de cáncer y dio a conocer que a través del convenio de
colaboración entre el JICA y la secretarías de Salud federal y
estatal, se toman unas 120 mil muestras cada año.
Puntualizó que la detección ha mejorado, ya que de las 120 mil
muestras entre dos y tres mil casos resultan ser displacias, a
diferencia de las 190 mil muestras recabadas con anterioridad, de las
que sólo resultaban 700 displacias.
Aclaró que a pesar de la disminución de tomas, la calidad de los
resultados ha mejorado, ya que se garantiza que no estén
sobrevaluados, además de que existe un mínimo de error.

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Juan José Belmonte Torres