Con fundamento en la "risoterapia"
sumada al tratamiento médico, la Secretaría de Salud de Guerrero y el
Instituto Guerrerense de la Cultura llevan a cabo en diferentes
hospitales de Guerrero, una estrategia para mejorar la salud de los
enfermos y el estado de ánimo de los niños que visitan a familiares
hospitalizados.
Cuentonio Patas Mañas; el niño-payaso, Pepe Pepinillo, y
Pancholín Puchungazo visitaron la sala de pacientes pediátricos del
Hospital General de Acapulco, y con sus gracejadas y sus caras de
colores llevaron a los niños enfermos una curiosa medicina: la risa.
Ahí, Manuel Maciel (mejor conocido como Cuentonio Patas Mañas),
ganador, junto con su grupo, de concursos nacionales, explicó que el
proceso de la risa coadyuva a la sanación de los enfermos, o a la
prevención de enfermedades.
Explicó que esto se debe a que la risa hace que el cerebro
produzca endorfinas y de esa manera se fortalezca el sistema
inmunológico, con lo que se elevan las defensas del cuerpo.
Este programa, creado por el médico estadounidense Patch Adams,
agregó, se realiza en hospitales de varios países del mundo, sin dejar
de lado la importancia de las instrucciones del doctor ni la ingesta
de medicamentos, pues son primordiales para recobrar la salud.
"Muchas enfermedades son producto del estrés, de la tristeza y
de la depresión, por lo que la risa complementa las terapias clínicas"
y abundó que en ocasiones los niños hospitalizados responden con
rechazo.
Dijo que los niños experimentan un rechazo hacia la risa, "pues
su estado de ánimo, su tristeza, depresión y soledad, están
íntimamente vinculados con la agresión que representan para ellos los
tratamientos terapéuticos de que son objeto."
"Todo ese estado de ánimo aunado al malestar que les provoca su
enfermedad, les hace rechazar la risa; y nosotros terminamos con un
nudo en la garganta, pero felices porque nuestra mejor recompensa, al
final, son sus risas", agregó Manuel Maciel, vestido como Cuentonio
Patas Mañas.
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Juan José Belmonte Torres