13 agosto 2008

Mantienen a raya dos personas a cerca de 100 elementos del Ejército y policía estatal

- Desde hace más de 20 horas intentaron aprehenderlos pero se desató una balacera con armas de grueso calibre y granadas


Desde las siete de la mañana de ayer, cerca de 100 elementos del Ejército mexicano, Policía Estatal y Ministerial mantienen un enfrentamiento contra dos personas, una de ellas exguardia Presiencial, en donde se han usado más de 4 mil cartuchos sin detener a los sicarios, en la comunidad de Las Mesas, municipio de Zirándaro.

      De acuerdo a información de fuentes oficiales de la Policía Ministerial, el enfrentamiento que inició a las siete de la mañana de ayer y que al parecer no ha concluido, dejó a un policía ministerial muerto y a otros dos heridos.

      El enfrentamiento comenzó a las 7 de la mañana, cuando policías preventivos, federales preventivos y ministeriales llegaron para detener a Pascual Monje Solís, como presunto responsable del homicidio de un policía ministerial en días pasados.

      Monje Solís, a quien algunos consideran un mito, es un ex militar preparado en las fuerzas especiales del Ejército. Tuvo estudios en el extranjero con altas calificaciones y fue guardia presidencial en tiempos del presidente José López Portillo y al salir, el gobierno lo vinculó a la guerrilla en la Tierra Caliente.

       El primero en disparar durante el enfrentamiento fue Monje Solís "El Monje"quien acompañado de una segunda persona acribilló al Policía Ministerial, Antonio Avilés Mendoza de 45 años de edad. Entonces, se encerraron en una casa con paredes de adobe de 50 centímetros de espesor, lo que dificultó su captura.

      Durante el enfrentamiento que se prolongó hasta las 10 de la noche y que se reanudó esta mañana, Pascual Monje ha atacado con diferentes calibres. Se cree que tiene por lo menos cinco armas de uso exclusivo del Ejército mexicano entre ellas un AK-47 y un rifle G-3, con los cuales ha mantenido a raya a policías y soldados por la precisión de sus disparos.

     Por la tarde de ayer le lanzaron bombas molotov al techo de la vivienda la cual se incendió y se desplomó.  "Creímos que el fuego lo iba a sacar y el humo, pero ahí sigue", dijeron los efectivos a las 6 de la tarde.

     La balacera continuó y el policía estatal Roberto Martínez, de la policía estatal, recibió un disparo en el rifle, y le retachó en una mano, para finalmente impactarse en su rostro. También resultó herido el policía ministerial Wilfredo Upraz Andaluza, quien recibió un balazo a la altura del corazón, pero rebotó en su chaleco antibalas y le dio en un brazo.

     Ya por la noche arribaron a la casa soldados del 40 Batallón de Infantería y después llegaron refurzos acompañados de un coronel. En insistentes ocasiones le llamaron a rendirse pero se negó, incluso para saber si eran del Ejército le pidió al capitán que se identificara con su matrícula.

     Los soldados comenzaron a lanzarle granadas de fusil, pero cada lanzamiento era respondido con una ráfaga de disparos desde el interior. En total le aventaron ocho granadas sin resultados. Tras los nulos resultados decidieron suspender los ataques por la noche, no sin antes acordonar el área.

      Se esperaba que esta mañana reiniciara el ataque con morteros lanza granadas, luego de que más de cuatro mil cartuchos utilizados contra el exmilitar no le hayan hecho nada.

      Versiones oficiales indican que pese a los enfrentamientos de la mañana de este domingo aún no ha sido detenido y otras versiones indican que pese al cerco implementado por los policías, pudo haberse dado a la fuga, como ha sucedido en otras dos ocasiones.


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Juan José Belmonte Torres

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