22 octubre 2006

Marchan estudiantes normalista s por la Costera Miguel Alemán

Cerca de mil 500 egresados de la
Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, acompañados de sus padres,
marcharon ayer por la Costera Miguel Alemán, exigiendo la entrega del
cien por ciento de la plazas de maestros bilingües.
La protesta, que se trasladó de Chilpancingo a este puerto,
sorprendió principalmente a los turistas que se encontraban sobre la
zona turística de Acapulco, quienes fueron testigos de la congregación
de los 20 autobuses en el área de la fuente de La Diana.
En ese lugar se congregaron los estudiantes y lo que parecía
ser un domingo tranquilo y de fluido tránsito vehicular en la
principal avenida turística de Acapulco, se convirtió en un caos.
Momentos antes de iniciar la marcha que cubriría por lo menos la
mitad de la Costera Miguel Alemán y que atravesaría la zona Dorada del
puerto, algunos "normalistas" ya enfurecidos, persiguieron a un agente
de Gobernación municipal, de quien se desconocen datos debido a que
emprendió una pronta huída.
Los normalistas continúan con sus protestas por diversos
municipios debido a que el Secretario de Educación Pública en
Guerrero, José Luís González de la Vega, no ha instalado la mesa de
dialogo con los interesados, aseguró el representante de padres
familia, Amador Catarino Tizapa.
Informó que entre las exigencias están una audiencia con el
secretario de Educación, con carácter resolutivo, respeto a la
convocatoria, respeto a los acuerdos firmados con anterioridad, y la
entrega del 100 por ciento de la plazas.
Los alumnos y padres de familia cubrieron todo la ruta que
atravesó la Terminal Marítima donde este domingo no atracó crucero
alguno y llegaron hasta el zócalo, en donde las familias que ahí
paseaban, tuvieron que ceder lugar al contingente que ensombreció un
tradicional domingo porteño y turístico en el puerto.
La protesta no dio para más, no hubo autoridad municipal que se
acercara a dialogar: el problema es del gobierno del estado y tampoco
hubo representantes, luego de la persecución contra el personal de
Gobernación.
Aunque amenazaban con iniciar un plantón en el zócalo de la
ciudad, el silencioso rechazo de los porteños que ahí se paseaban y
las furiosas miradas de los restauranteros y comerciantes de la zona
caló y hasta el momento negociaban la posibilidad de retornar hoy
mismo a Chilpancingo.

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