03 abril 2005

Juan Pablo II podría ser elevado a los altares como mártir: Arzobispo de Acapulco

Según la nota de hoy de Novedades Acapulco, la Auquidiócesis de Acapulco, no mostró interés al no difundir boletín sobre la muerte del Papa. En otras palabras, los señores no tuvieron la disciplina de ir a la Casa Episcopal, donde vive monseñor, o buscarlo por la tarde para pedirle su versión.
Yo estuve ahí y ahí obtuve esta entrevista. Al terminar me dijo: "voy a estar en mi oficina porque van a llamar los paparazis". Por lo visto nadie de ese medio le llamó.



Por Juan José Belmonte Torres

El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco llamó a intensificar las oraciones por el Papa Juan Pablo II y aseguró que en poco tiempo podría ser elevado a los altares porque tuvo todos los padecimientos de un mártir.
Entrevistado en sus oficinas, después de orar en su cuarto luego de conocer la noticia del fallecimiento del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el arzobispo de Acapulco señaló que los mexicanos “hemos ganado un intercesor en el cielo.”
Dijo esperar que muy pronto sea elevado al “honor de lso altares”, pues Su Santidad “tuvo todos los padecimientos de un mártir por el atentado y todas las cosas que sufrió.”
El jerarca de la Iglesia Católica en Acapulco, aseguró que México fue el pueblo predilecto del Papa y que para la Iglesia, es “un mártir, un pontífice y un confesor, por su magisterio, por su vida, por su testimonio.”
Hizo un llamado a intensificar la oración por el Santo Padre y solidarizarnos con el mundo católico que hace oración con él. Dijo que Juan Pablo II acaba de emprender su último viaje fuera de Italia “a la casa del Padre, a la casa eterna, del gozo.”
“Debemos reunirnos en oración con todos para pedir que Dios le conceda el premio de los justos, que el pastor de los pastores le conceda la corona de los buenos pastores como lo fue Juan Pablo II a quien puso para que fuera el pastor de la unidad aquí en la Tierra”, aseguró.
Sobre la posibilidad de que se elija un Papa de transición, luego del largo papado de Juan Pablo II, señaló que todo es inédito, pues “se dice que Juan XXIII era un Papa de transición y fue un Papa de revolución de renovación de la vida de la Iglesia.”
“Casi seis años de Juan XXIII fue una gran etapa de la Iglesia, los 33 días del pontificado de Juan Pablo I dejaron una estela luminosa y cumplió una misión importantísima en la vida de la Iglesia”.
El arzpobispo de Acapulco se solidarizó con toda la Iglesia y llamó a unir los sufrimientos del mundo a los sufrimientos que tuvo Juan Pablo II para que así “nos ayude a ser firmes en la fe, unidos en la esperanza y el amor de unos para con otros.”
Aguirre Franco aseguró que el papa hoy habló en el idioma universal para anunciar que la muerte no lo es todo, “es el principio de lo que de veras vale, la muerte es la recompensa de aquellos que han desgastado su vida como apóstoles de la paz.”
Informó que se ha pedido a todos los templos de la arquidiócesis y a los fieles que oren por el eterno descanso de Su Santidad Juan Pablo II “y aquí en la Catedral tendremos dos misas diocesanas para invitar a muchos sacerdotes a concelebrar.”
Dijo que ambas misas de funerales se celebrarán la primera esta noche a las nueve y la segunda el día de mañana domingo también a la misa hora, “luego les diremos a que hora serán las misas de su novenario para llevarlo a cabo dentro de su semana.”
Aseguró que las Iglesias seguirán celebrando misas e incluso bodas sin embargo algunas celebraciones de la Iglesia a nivel nacional se tendrán que suspender por la ausencia de los cardenales.
Una de esta ceremonias era la 69 Asamblea de los Obispos de la Conferencia Episcopal mexicana (CEM), que iba a ser de lunes a viernes y se pospondrá para que los cardenales puedan asistir al cónclave y otros obispos y sacerdotes puedan participar de los funerales.
El arzobispo de Acapulco aseguró que Juan Pablo II será enterrado debajo de la Basílica de San Pedro “donde están Pio XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo I.”
Informó que de nuestro país participarán en el cónclave tres cardenales: Adolfo Suárez Rivera, arzobispo emérito de Monterrey, el cardenal Norberto Rivera y el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quienes elegirán al Sumo Pontífice con voz y voto.

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